sábado, 6 de octubre de 2018

Sábado 6 de octubre de 2018.

“-El amanecer no está lejos- dijo Gamelin-. Pero la luz del día no habrá de ayudarnos, me temo.
-Sin embargo, el amanecer es siempre una esperanza para el hombre- dijo Aragon.”
“El señor de los anillos”. J.R. Tolkien. 


El papel es muy sufrido, apuntado en la agenda está, ahora falta poder cumplir todo lo que hay en la agenda que es lo complicado. En este momento en mi balcón la muy agradable temperatura de 19,3 grados y la esperanza que el día sea interesante.
Ya sabéis que con la edad se va perdiendo la memoria por eso son importantes las agendas, podríamos decir entonces que la perdida de memoria es definición de viejo, ¡verdad que no!, pues tampoco lo es entonces aquel cuya vida está acabada.
Acabada en el sentido de que no sirve para nada no en el sentido de que esta acabada del todo, pues cuando llega el fin se dice que ha muerto. Sin embargo el viejo ya no será capaz de ejercer una actividad social y muchas veces tampoco de gobernar su vida. Esto es lo que simboliza el retiro: una muerte anticipada. Jubilar a una persona es decirle: “Está usted socialmente muerto, no nos sirve usted para más; le daremos medios para que viva sin hacer nada”. Se puede llegar a la conclusión que los jubilados tengan la impresión de que han llegado a la decadencia.
Si observáis un poco cuando se habla de “viejos” en bloque  como una categoría pensamos en aquellos que ya no son capaces de ninguna actividad. Ya se que a algunos mayores siguen activos y todo el mundo les admira y se habla de ellos. Sin embargo es raro que ejerzan una actividad nueva, generalmente continúan la que tuvieron antes.
Siguen; se dice que “resisten”. No se suele cambiar de oficio a los setenta u ochenta años. Aunque yo no quisiera seguir este camino, que es más un problema social, sino insistir en el problema moral.

Feliz y Dulce Día.

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