sábado, 13 de octubre de 2018

Sábado 13 de octubre de 2018.

 “-El amanecer no está lejos- dijo Gamelin-. Pero la luz del día no habrá de ayudarnos, me temo.
-Sin embargo, el amanecer es siempre una esperanza para el hombre- dijo Aragon.”
“El señor de los anillos”. J.R. Tolkien. 


Después de un día como el de ayer  en el que casi nada sucedió como tenía preparado, pues en vez de entrenar por la mañana  me fui a almorzar y en vez de pasar la tarde relajado leyendo y fui a correr, vamos a ver hoy si mis planes se cumplen, de momento en mi balcón una buena temperatura, 20’1 grados, vamos a ver en Onteniente dentro de un rato.
De momento ahora voy a volver una vez más a la cuestión de envejecer, en realidad es una cuestión en la que me parece que ya voy a estar metido durante mucho tiempo, es más estaré todo el tiempo.
En mis reflexiones sobre envejecer no reflexiono mucho sobre la cuestión social de los viejos sino que más bien lo suelo hacer sobre el problema moral que se nos plantea, que es, como para todos, el de orientar nuestra vida.
Vamos a ver, orientar la vida es dirigirla hacia una meta y saber lo que hay que hacer y por qué hay que hacerlo. Si hoy observamos, nos encontramos con que muchos ancianos son como despojos, ¿no será porque no ven claro qué función desempeñar en la vida? No ven qué deben hacer; no tienen, pues, un objetivo.
Si ahora, recapacitamos sobre lo anterior, nos damos cuenta que tal actitud es negativa, y lo negativo es deprimente. Un ejemplo es el que se ve durante una guerra: cuando un ejército se repliega y no ve la finalidad de ese retroceso, baja su moral.
¿No habrá algo que hacer, siempre, mientras se vive?
Recuerdo que cuando utilizaba algunos días de vacaciones para ir a caminar a los Pirineos y subíamos a una cima el paisaje se iba desnudándose poco a poco, y finalmente, cuando llegaba a la cumbre, no encontraba más que piedras y nieve; pero desde allí la vista es magnífica. Ya no se puede subir más, sólo para ir al cielo.
Lo mismo, veo  yo, que ocurre ahora en mi vida.

Feliz y Dulce Día.

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