“-El amanecer no está lejos- dijo
Gamelin-. Pero la luz del día no habrá de ayudarnos, me temo.
-Sin embargo, el amanecer es siempre una esperanza para el hombre- dijo
Aragon.”
“El señor de los anillos”.
J.R. Tolkien.
Preocupante el despiste de
ayer con Tere, a la que por cierto felicito ahora: FELICIDADES. Preocupante el
despiste no porque me olvide que se celebraba el día de Santa Teresa de Jesús
sino porque no la relacione con Tere.
No relacionar a Teresa de Cepeda
y Ahumada con Tere es un síntoma de que los despistes empiezan a aparecer y sin
lugar a duda a los que me tendré que ir acostumbrando. Me sería muy fácil hacer ahora un paralelismo entre sus
personalidades pero no quiero alabar en exceso a Tere, alabanza que sin duda merece.
Voy a
dejar a Tere tranquila y me voy a pasar a una actitud que estoy viendo en mucha
gente; el exigir la democracia para todo. Me parece muy bien que se pida… la
luna. Claro que, si fuera por pedir y ya está solucionado todo, pues estupendo.
El problema es que no es un tema de pedir y “ya": habrá que saber qué se
pide, en qué ámbito se pide y, sobre todo, para qué se pide.
A lo
que íbamos. La “democracia” tiene su horizonte, o su “nicho ecológico";
fuera de él no sirve para nada, y por eso no se usa: ni se invoca siquiera. Por
ejemplo: no se elige entrenador del Madrid votando; Presidente, sí. No se
realiza una operación quirúrgica votando: lo decide aquel a quien corresponde.
No se manda en un ejército “democráticamente"; ni se consultan
“democráticamente” las tácticas militares, porque automáticamente se acaba el
ejército y se pierden batallas y guerra.
Ni
hacienda te cobra los impuestos “democráticamente", recapitulando: la democracia
vale para lo que vale.
Hoy podéis
hacer una pequeña prueba, una lista; qué nos ha aportado la democracia, y después
podéis responder a la pregunta: ¿Esta es la “democracia” que se quiere?
Feliz y
Dulce Día.
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