martes, 16 de octubre de 2018

Martes 16 de octubre de 2018.

 “-El amanecer no está lejos- dijo Gamelin-. Pero la luz del día no habrá de ayudarnos, me temo.
-Sin embargo, el amanecer es siempre una esperanza para el hombre- dijo Aragon.”
“El señor de los anillos”. J.R. Tolkien. 

Preocupante el despiste de ayer con Tere, a la que por cierto felicito ahora: FELICIDADES. Preocupante el despiste no porque me olvide que se celebraba el día de Santa Teresa de Jesús sino porque no la relacione con Tere.
No relacionar a Teresa de Cepeda y Ahumada con Tere es un síntoma de que los despistes empiezan a aparecer y sin lugar a duda a los que me tendré que ir acostumbrando. Me sería  muy fácil hacer ahora un paralelismo entre sus personalidades pero no quiero alabar en exceso a Tere, alabanza que sin duda merece.
  Voy a dejar a Tere tranquila y me voy a pasar a una actitud que estoy viendo en mucha gente; el exigir la democracia para todo. Me parece muy bien que se pida… la luna. Claro que, si fuera por pedir y ya está solucionado todo, pues estupendo. El problema es que no es un tema de pedir y “ya": habrá que saber qué se pide, en qué ámbito se pide y, sobre todo, para qué se pide.
A lo que íbamos. La “democracia” tiene su horizonte, o su “nicho ecológico"; fuera de él no sirve para nada, y por eso no se usa: ni se invoca siquiera. Por ejemplo: no se elige entrenador del Madrid votando; Presidente, sí. No se realiza una operación quirúrgica votando: lo decide aquel a quien corresponde. No se manda en un ejército “democráticamente"; ni se consultan “democráticamente” las tácticas militares, porque automáticamente se acaba el ejército y se pierden batallas y guerra.
Ni hacienda te cobra los impuestos “democráticamente", recapitulando: la democracia vale para lo que vale.
Hoy podéis hacer una pequeña prueba, una lista; qué nos ha aportado la democracia, y después podéis responder a la pregunta: ¿Esta es la “democracia” que se quiere?

Feliz y Dulce Día.

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