lunes, 29 de octubre de 2018

Lunes 29 de octubre de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien).


Parece ser que el invierno nos ha llegado, al menos aquí en Pego pues hoy ya estamos con una temperatura en mi balcón de 11,3 grados, vamos a ver si el sol cuando salga a las 07:25 horas es capaz de arreglar un poco el ambiente al menos hasta las 18:03 horas, que nos abandonara.
Se me olvido ayer comentar que nuestra afición a conversar es algo natural, algo que nos surge a la más mínima oportunidad, conversamos en los lugares más insospechados, y con personas a las que no conocemos hasta ese momento, y cuantas veces nos ha sucedido que de aquellas conversaciones espontáneas que se entablaban en los lugares más extraños surgían de vez en cuando amistades espontáneas, y que nos ayudan a disfrutar un poco más de la vida.
En nuestra sociedad todo parece estar en contra para que conversemos, existe una especie de conspiración contra la conversación. Muchos de nosotros llevamos enchufados al oído altavoces que nos aíslan de la realidad que nos rodea en ese instante, o estamos apresados a las pantallas que nos transmiten normalmente un espejismo de compañía (¡cientos, miles de amigos virtuales!) y que, en realidad, no hacen sino ahondar nuestra soledad.
Y, cuantas veces cuando vamos paseando miramos el móvil para que nos haga compañía,  o más bien para que nos haga olvidar que no tenemos compañía; o que, si la tenemos, no sabemos qué hacer con ella, y es que estamos logrando que dejemos de conversar, porque hemos conseguido que dejemos de sentir curiosidad por el alma del prójimo, para que la nuestra se estropee y envilezca.
Esperemos que nuestra vida no termina siendo como la de los muebles, con los que alguien siempre termina haciendo leña.

Feliz y Dulce Día.

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