“El ojo corporal, que es el órgano para ver los objetos materiales, se
nos da por naturaleza. El ojo de la mente, cuyo objeto es la verdad, es obra de
la disciplina y el hábito”. J. H. Newman.
Parece ser que hoy vamos a
tener un día menos complicado, de momento a las 08:20 horas vamos a ver
amanecer y es casi seguro que el sol nos alumbrara hasta las 19:10 horas,
tenemos también una agradable temperatura en mí balcón de 16,6 grados y casi la
seguridad de que va a ser un buen día.
Volviendo al tema de ayer; el
motivo por el que defiendo tantas veces a esa “Iglesia Católica corrupta y
llena de delitos” es, porque los católicos aceptamos que es así; también que
lamentamos que sea así; y porque estamos intentando hacer algo para arreglarlo.
La Iglesia puede ser corrupta
y estar llena de delitos, pero la Iglesia Católica también es la única
institución que puede hacer algo al respecto. Claro está que la Iglesia
Católica está llena de pecadores del mismo modo que un hospital está lleno de
enfermos.
Tenemos que tener en cuenta
que la Iglesia Católica no llama a los que cumplen las normas morales y de
conducta, sino a los pecadores para que se arrepientan, y por ser esto así,
deberíamos esperar que sean los pecadores los que respondan a la llamada, que
entren y pregunten qué se necesita para que las cosas mejoren.
No estamos contentos con el
delito, el pecado y la corrupción que hay en la Iglesia católica, pero no
podemos imaginar ninguna otra iglesia distinta.
Los católicos somos una obra que se esta construyendo y los que
reconocemos que somos pecadores nos sentimos cómodos con las otras personas que
también continúan trabajando en ello.
Entonces, no me preocupa realmente si la Iglesia Católica está llena de
delitos y corrupción y de una buena cantidad de pecadores, sino que me hace
sentir cómodo.
Los que me preocupan son
aquellos que tienen pretensiones de superioridad moral y que culpan a la Iglesia
por eso. ¿Piensan realmente que son mejores
que los demás? Esas son las personas que
me incomodan y no los tristes pecadores que se sientan en los bancos de la
Iglesia semana tras semana. Al menos
ellos saben que necesitan ayuda. ¿Y los
que piensan que no necesitan ayuda? Sí,
esos son los que me preocupan.
Tal vez haya que estar en la
cima de la vida, tal vez los años son los que permiten ver las cosas de esta
manera, pues ya hemos subido por muchos caminos, muchas veces complicados, y
poco a poco hemos ido avanzando hasta llegar a la madurez y como el alpinista
que ha llegado a la cumbre, volvemos la vista y contemplamos la vida de manera
distinta.
Feliz y Dulce Día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario