“El hombre ha de tener la suficiente fe en sí mismo para emprender aventuras, y dudar de sí mismo lo suficiente para disfrutarlas” (G. K. Chesterton)
Castelló d'Empúries --- Castelló
d'Empúries
Distancia: 52 km.
Media: 13,9
km/h.
Altura subida: 630
metros.
Hemos vuelto a España para huir del fuerte
viento que soplaba en Francia y realizar una ruta por Cadaqués y Roses, y es
que el viento es posiblemente el peor enemigo del ciclista.
Creo que disfrutar del viento, sobre todo
cuando es en contra, es uno de objetivos más difíciles de conseguir para un
ciclo-viajero. Ya sé que, en alguna ocasión, cuando os habréis encontrado con
esos momentos, habéis pensado en: “voy a vivir el momento presente y a
disfrutarlo”, pero pocas veces lo habréis conseguido, al menos yo solo lo he
conseguido cuando sabía que a los pocos kilómetros iba a dar la vuelta.
Evidentemente, no tengo esa fuerza mental
para disfrutar del viento en contra. Recuerdo que en alguna ocasión me encontré
en esa situación en la que no podía cambiar de dirección y me salió más de una
maldición, menos mal que estaba solo. Pero no pude por menos de pensar: “después
de tantos años de ciclo-viajero, ¿a qué viene este insulto?
¿Cómo es que no pude controlarme?, mandar
sobre mi voluntad es relativamente fácil, en cambio mandar sobre mis
sentimientos es más difícil.
Tenemos claro que durante un viaje van a
existir momentos malos y momentos buenos, pero a veces nos centramos en lo que
no podemos y nos olvidamos de lo que podemos. Si somos sinceros, a veces
dedicamos muchos momentos a fijarnos en las limitaciones y dificultades de
muchas situaciones del día a día y poco a poco vamos limitando los podemos que
están en nuestra mano.
Es cierto que quizás no podemos solucionar
el mundo, ni vencer a ese viento en contra, ni evitar muchas injusticias… pero
seguro que en medio de todas estas situaciones hay algún podemos que esté en
nuestras manos, algo tan sencillo como una palabra, un gesto, un silencio, una
llamada, una sonrisa, un abrazo, un rato de conversación, un agradecimiento,
una mirada cómplice, un wasap, un café…
Nadie es capaz de solucionar todos los
problemas que se presentan cada día, pero nunca nos podemos centrar en lo que
no se puede, sino que hay que poner nuestra mirada en lo que si podemos hacer.
Y yo, y tú, y nosotros ¿qué podemos...?
No hay comentarios:
Publicar un comentario