jueves, 4 de mayo de 2023

¡¡¡Adelante con el jueves!!!

 ¡¡¡Buenos días!!! 

Entre las muchas conversaciones que se tienen en un bar, hay una que siempre se termina sin aclararse del todo. Me estoy refiriendo al papel que el Estado tiene a la hora de distinguir entre lo que decide por medio de sus leyes como permitido y como prohibido en muchas cuestiones.

En qué sentido los legisladores y las autoridades pueden intervenir sobre los deseos y proyectos de quienes viven en sociedad. Veamos: defender que el Estado tenga el derecho de permitir o de prohibir un acto contra la vida humana solo es posible si se cree que el Estado tiene facultades válidas para regular tantos y tantos aspectos de la vida de las personas.

La discusión la podemos centrar sobre el Estado y sobre las libertades individuales, sobre cuáles son los ámbitos en los que las autoridades pueden intervenir.

Podemos comprobar como existen muchos Estados en los que existen muchas normas que afectan a la autonomía personal, con una extensa lista de prohibiciones y de obligaciones que se tienen que cumplir. Así nos encontramos con personas se ven obligadas a pagar algunos impuestos contra su voluntad, pues desearían no pagar esos impuestos. O a cumplir con normas sanitarias que no siempre producen buenos efectos o que resultan especialmente molestas.

Resumiendo, hay quienes consideran que existe un abuso de autoridad en la vida pública, que la gente está abrumada por un exceso de leyes y normativas, y que se está violando el derecho de las personas de escoger cómo vivir y qué actividades realizar.

Señalar, que el Estado llega a un abuso de poder solo resulta posible cuando, a través de una buena argumentación, se distingue entre aquellos ámbitos de la vida en los que el Estado debe intervenir, y aquellos otros en los que no debería intervenir.

En fin, vamos a ver si mañana continuo. 

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