¡¡¡Buenos días!!!
Me preguntaba
el otro día una amiga mientras nos tomábamos un café que, si el cristianismo es
verdad, ¿por qué no son todos los cristianos mejores que aquellos que no son
cristianos? Detrás de esta pregunta hay una cuestión que es razonable y en
parte algo que no es razonable en absoluto.
La cuestión que
parece razonable es sin duda la que nos viene a decir que, si al convertirse en
cristiano no se produce ninguna mejora en las acciones de una persona, si sigue
siendo tan orgulloso o despreciable o envidioso o ambicioso de cómo era antes, entonces
podemos pensar que su “conversión” fue seguramente imaginaria. Decir, que soy
cristiano porque tengo buenos sentimientos, nuevas perspectivas, un mayor
interés por la religión no significan nada a menos que haga que mi
comportamiento sea mejor. En ese sentido, todo el mundo tiene razón al juzgar
al cristianismo por sus resultados. Cuando un cristiano se comporta mal, o deja
de comportarse bien, hace que el cristianismo resulte increíble para el mundo
no cristiano.
Sin embargo,
hay otra forma de exigir resultados en la que el mundo puede ser bastante
ilógico. Veamos, el mundo puede pensar que antes de que se crea en el cristianismo,
se vea el mundo entero dividido limpiamente en dos campos -el cristiano y el no
cristiano- y que todas las personas del primer campo en cualquier momento dado sean
claramente mejor que la gente del segundo. Esto es irrazonable por varios
motivos.
A ver si mañana
puedo dar algunos motivos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario