miércoles, 17 de mayo de 2023

¡¡¡miércoles!!! ¡¡¡¡Buenos días!!!

 ¡¡¡Buenos días!!!

Me preguntaba el otro día una amiga mientras nos tomábamos un café que, si el cristianismo es verdad, ¿por qué no son todos los cristianos mejores que aquellos que no son cristianos? Detrás de esta pregunta hay una cuestión que es razonable y en parte algo que no es razonable en absoluto.

La cuestión que parece razonable es sin duda la que nos viene a decir que, si al convertirse en cristiano no se produce ninguna mejora en las acciones de una persona, si sigue siendo tan orgulloso o despreciable o envidioso o ambicioso de cómo era antes, entonces podemos pensar que su “conversión” fue seguramente imaginaria. Decir, que soy cristiano porque tengo buenos sentimientos, nuevas perspectivas, un mayor interés por la religión no significan nada a menos que haga que mi comportamiento sea mejor. En ese sentido, todo el mundo tiene razón al juzgar al cristianismo por sus resultados. Cuando un cristiano se comporta mal, o deja de comportarse bien, hace que el cristianismo resulte increíble para el mundo no cristiano.

Sin embargo, hay otra forma de exigir resultados en la que el mundo puede ser bastante ilógico. Veamos, el mundo puede pensar que antes de que se crea en el cristianismo, se vea el mundo entero dividido limpiamente en dos campos -el cristiano y el no cristiano- y que todas las personas del primer campo en cualquier momento dado sean claramente mejor que la gente del segundo. Esto es irrazonable por varios motivos.

A ver si mañana puedo dar algunos motivos.

No hay comentarios: