¡¡¡Buenos días!!!
Como cristiano muchas veces te encuentras con
conceptos que nos resultan interesantes de aclarar, y después de haber
reflexionado sobre lo que significa engendrar y crear, y, llegar a la
conclusión que lo tenemos claro, de repente te encuentras rezando el Padre
Nuestro y te detienes en las primeras palabras y vuelves a tener dudas.
La primera frase es “Padre Nuestro”, ¿os dais
cuenta del significado? Lo que estamos haciendo, con toda la buena voluntad es
poniéndonos en el lugar de un hijo de Dios. Para decirlo más contundentemente,
nos estamos “disfrazando de Cristo”. Estamos fingiendo por decirlo de otra
manera. Y es que, en el momento en que me doy cuenta de lo que estoy diciendo,
me doy cuenta de que no soy hijo de Dios.
No soy como el Hijo de Dios, que tiene los mismos
intereses y voluntades que los del Padre, yo tengo muchos miedos, esperanzas,
celos, avaricias y vanidades destinadas a la muerte. Por lo tanto, de alguno
forma, es un acto de hipocresía.
Sin embargo, lo más me llama la atención es que Él
nos ha ordenado que lo hiciéramos.
¿Por qué? ¿De qué me sirve fingir que soy lo que no
soy? Como siempre ocurre con el cristianismo son respuestas que vale la pena,
estudiar y responder.
No hay comentarios:
Publicar un comentario