martes, 15 de mayo de 2018

Martes 15 de mayo de 2018.

¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a la vez- dijo Bilbo.  (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)  


Algunos de vosotros ya sabe que llevo varias semanas leyendo todo lo que encuentro sobre las diferentes clases de amores y lo que este relacionado con ellos, y,  en muchos de los artículos me llama la atención que mucha gente esta dispuesta a creer en la bondad de cualquier sentimiento, salvo el del amor.
En muchos medios de opinión el amor se ve sometido a diario al aplastante reduccionismo de una mirada que solo es capaz de ver estereotipos y prejuicios. Es como si se le hubiera declarado la guerra al amor, aunque lo disimulan afirmando que sólo están en contra del “mito del amor romántico”, que, según sus detractores, no sería otra cosa que un subterfugio para perpetuar el machismo dominante.
Me da la impresión que se quiere evitar que el amor pueda ser lo más importante en la vida de hombres y mujeres, y que lo que realmente cuenta es la política y que nada pueda ser más importante que ella.
Otro aspecto que leo mucho por ahí es pretender que, en el terreno de los afectos, pueda haber algo más importante en la vida que uno mismo. Enseñarle a la gente que el verdadero sentido de la existencia está en salir de la propia zona de confort para ir al encuentro del otro sólo es aceptable si hablamos de activismo social, nunca en el caso de la familia o el amor.
Por lo que no veo escrito por ningún sitio que se defienda la idea de que pueda tener sentido (incluso el mayor sentido) sacrificarse por el otro. No veo ningún editorial que apoye esta línea sino más bien se apoya la que ve al sacrificio como una idea inventada por los poderosos para esclavizar a los humildes, no el modo como los seres humanos han logrado sobrevivir hasta ahora y avanzar hasta alcanzar metas impensables.
El problema de fondo es ver con qué tipo de amor se queda la gente cuando al amor se le quita lo más consustancial, la entrega. Pues lo que queda es lo que ya estamos viendo: aumento de las personas que viven solas, cada vez más suicidios, parejas que no conviven juntas, cada vez menos familias y más débiles, e individuos más frágiles.

Feliz y Dulce Día.

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