¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me
deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o
que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a
la vez- dijo Bilbo. (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)
Con el éxito del Real Madrid
ayer en la Copa de Europa me acorde de una cantidad de libros que pude ver en
la Casa del Libro y que creo firmemente que pueden considerarse los más idiotas
que he conocido. Son más descabellados que la novela de caballerías más
absurda, más aburridos que el más soporífero panfleto religioso.
Al menos las novelas de
caballerías trataban del ideal del caballero andante, los panfletos religiosos
de la religión, pero estos no tratan de nada. Tratan de lo que llaman triunfar.
Ya sea en lo económico, en la empresa o en el amor.
Para empezar, no existe, por supuesto, el
éxito. O, por así decirlo, no hay nada que no lo sea.
Según lo veo yo, decir que
algo es un éxito sencillamente es decir que existe. El millonario es un éxito
siendo un millonario y un asno siendo un asno. Vamos a ver, cualquier persona
viva triunfa en la empresa de seguir viviendo, y cualquier muerto puede decirse
que ha tenido éxito suicidándose.
Pero, pasare por alto la mala
filosofía y deficiente lógica de las frases anteriores, usare el sentido común
de la expresión que dice que el éxito es ganar mucho dinero o triunfar en
sociedad.
Estos libros intentan decirle
a un hombre corriente cómo puede triunfar en su trabajo o negocio. Si es un
albañil, cómo triunfar poniendo ladrillos. Si es un agente de bolsa, cómo
triunfar negociando valores.
Pero, está muy claro que en
cualquier trabajo honrado, cómo poner ladrillos o escribir libros, solo hay dos
maneras de triunfar. Una es trabajando muy bien, otra engañando a la gente. Las
dos son demasiado sencillas cómo para requerir que las expliques en un libro.
Si te dedicas a correr, o corres
más rápido o de alguna forma aparentas que lo has hecho. Si quieres triunfar
jugando a la “brisca”, o juegas muy bien o llevas cartas marcadas. Puedes
desear un libro sobre la carrera a pie, puedes desear un libro sobre cómo jugar
a la “brisca”, puedes desear un libro sobre la manera de hacer trampas jugando
a la “brisca”.
Lo que no puedes desear es un
libro sobre el éxito. Y menos como los que encuentras por centenares esparcidos
por el mercado editorial. Puede que desees correr o jugar a las cartas, pero lo
que no puedes desear es leer frases inconexas que te dicen que correr es correr
o que los juegos los ganan los ganadores.
En fin, voy a continuar con
este domingo que tengo por delante y ya mañana intentare seguir con el tema del
éxito.
Feliz y Dulce Día.
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