Martes 8 de mayo de 2018.
¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me
deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o
que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a
la vez- dijo Bilbo. (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)
Empezamos este martes con una
buena temperatura y con la seguridad que tendremos, por lo menos, una mañana
soleada. Los 16,5 grados y la tranquilidad de ver el cielo sin nubes me lo
confirma.
Os habéis dado cuenta la
cantidad de personas que tenemos una cara oculta, que casi tenemos dos
personalidades, muchas veces somos incoherentes: digo algo pero hago lo
contrario, creo en algo pero me comporto como si fuera que no.
A mí por lo menos me resulta difícil,
realmente, puesto que escribo muchas veces lo que creo y me cuesta mucho después
llevarlo a la práctica, pero lo intento. Ser coherente es difícil, realmente.
Lo sabemos todos desde que empezamos a movernos por la vida como personas responsables.
Porqué sino estamos engañando a la gente. ¿O es que alguien prefiere tener
tantas caras como un dado: ahora saco la del 6, ahora la del 3, y así según
convenga?
Si somos un poco observadores
nos daremos cuenta que todas las personas estamos llenas de contradicciones personales,
unas más interiores y otras más manifiestas, y solo si tenemos el valor de reconocerlas
y de remangarnos en la difícil tarea de conciliarlas, llegaremos a ser personas
con una forma convincente de pensar.
Una de las grandes catarsis
que el ser humano debe de vivir en su existencia es "ser uno mismo"
más allá de las opiniones de los demás. La aprobación o desautorización de
nuestras opiniones, actitudes, deseos, actitudes y conductas por parte de la
gente es tan fuerte que, en la mayor parte de las ocasiones, se convierten en
motores impulsores de nuestras vidas, para bien o para mal.
"Ser uno mismo" y
mantener coherencia debe de ser el objetivo de toda la vida.
Termino con una frase de Gandhi:
"¿Estás seguro de que no te empuja la sed de oro, de fama o de poder?
¿Estás verdaderamente seguro de que puedes permanecer a tu ideal y perseverar
en él, aunque el mundo entero pretenda aplastarte? ¿Estás seguro de que sabes
lo que quieres y que cumplirás con tu deber y nada más que tu deber, aunque se
halle en juego tu vida? ¿Estás seguro de que continuarás la lucha mientras
tengas vida, mientras tu corazón tenga fuerza para latir una vez más? Si es así,
eres un verdadero reformador, un maestro, una bendición para la humanidad".
Feliz y Dulce Día.
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