¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me
deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o
que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a
la vez- dijo Bilbo. (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)
Muy bien, vamos a ver si
conseguimos reunirnos y poder pasar un día agradable sea en el lugar que sea.
Por mi parte os puedo
adelantar que ya mañana me pongo en modo maratón hasta el martes que viene, por
lo que no voy a daros durante los próximos días los “Buenos Días”, es lo que
tiene ponerse en plan “Viva la Naturaleza”, la cabaña no tiene Internet.
Así que aprovechad estos días
para concretar el día de la paella, por cierto desde, el 7 de julio hasta el 15
de julio tengo reservada una casa rural en la montaña Palentina, en la que por
cierto no me acuerdo si tiene wifi o no.
Así que voy a estar unos días
en silencio y creo que será bueno, bueno para todos, bueno para vosotros que os
podréis relajar un poco más antes de comenzar el día y bueno para mí porque
este silencia me permitira volver con las energías renovadas.
Porque vivimos en un mundo en el que el silencio la mayoría de las veces
es pobre, vacío, triste. Por eso lo llenamos cada día de ruido. Hay un ruido en
nuestro interior: el pensamiento que da vueltas, las asociaciones de ideas, los
deseos, los sueños; cuando no hay eso, ponemos en marcha la radio, se enciende
la TV, se mira el móvil, etc. Vivimos en un mundo de ruido incesante, intentamos
estar todo el tiempo ocupados y que la nuestra mente no piense pues nos sentimos
incomdos cuando reflexionamos en silencio y en soledad.
Por eso es muy importante
hacer silencio y que este silencio llegue a ser un silencio habitado. Pienso,
por otra parte, que todos hemos tenido y tenemos experiencias increíbles e
impresionantes, todos hemos presentido el misterio que las rodea, lo hemos presentido
en la belleza de la naturaleza, en una obra de arte, escuchando música una
noche, o en el nacimiento de un amor. Todos hemos tenido esta clase de experiencias
y hay que comprender que no son experiencias separadas, dislocadas, sin
significado, sin que se enraícen en lo profundo.
Hay que evitar, por ejemplo,
que estas experiencias sean adquiridas por medio de la droga, del alcohol o por
cualquier medio artificial pues caeríamos en la tentación de querer repetirlas
continuamente.
Pero, callarse, abstenerse del
ruido, no es el silencio; es únicamente un aspecto externo del silencio. El
silencio que hay que buscar es un hábito de interiorización, mediante el cual
podemos recogernos en nosotros mismos y como dueños de nuestro cuerpo, atraer
solamente aquellas realidades que nosotros queremos, que nosotros necesitamos,
es sentir esas sensaciones que encontramos en esas experiencias increíbles que
hemos experimentado.
Claro está, si no hay silencio
en nosotros, no podremos apreciar estas bellezas que están tan cerca de nosotros.
Y sería una pena que pasáramos desconcertados y despistados ante estas bonitas realidades
que tienen su origen en el silencio.
Pero, que este en silencio
durante unos días y que tal vez consiga durante un tiempo silenciar la mente no
será inhibirla o bloquearla, sino darle la capacidad de recibir y producir,
capacidad de escuchar todo y seleccionar lo que desee.
Volveré el 4 de julio.
Feliz y Dulce Día.