jueves, 7 de noviembre de 2019

Jueves 7 de noviembre de 2019.

"Una cosa muerta puede ir con la corriente, pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton). 

Tenemos sol desde las 07:35 horas, así que vamos a intentar disfrutarlo hasta las 17:54 horas y a ver si conseguimos que en el día de la fiesta de san Jacinto María Castañeda seamos lo suficientemente felices para que este jueves sea un gran día.
Cuando hablamos de democracia, libertad e igualdad, y mezclamos los conceptos, podríamos decir que se puede llegar a conclusiones muy diferentes, por lo que siempre es un buen tema de conversación pues las variantes pueden ser muchas.
Si utilizamos mal el concepto de libertad podemos llegar a conclusiones erróneas, ¿Qué hemos conseguido aplicándola mal? ¿La libertad de suicidarse? ¿La libertad de matar a su descendencia, abortándola? ¿La libertad de no amar para no vincularse con nadie y no perder, así su “libertad”? ¿La libertad de no pensar drogándose, emborrachándose?
Si nos equivocamos al entender la libertad de la persona, nos encontramos completamente desorientados, sin rumbo, gastando nuestras energías en la búsqueda de “fetiches”, en una felicidad que se nos escapa de las manos tal como llega. No somos capaces de ver ningún sentido a nuestra vida, por el que valga la pena vivir, sufrir y morir; y eso porque no hemos entendido el significado más profundo del libre albedrío.
Habréis podido observar que no es fácil, pues en el párrafo anterior ya he utilizados dos términos: Libre albedrío y Libertad, que aun siendo y expresando los dos lo mismo el libre albedrío es más usado en religión y el de libertad en la vida común y sobre todo en política, ya que no existe político alguno de la tendencia o color de que se trate, que no se le llene la boca con el término libertad y también con el de democracia. ¡Claro está! que entendidos es dos términos con la especial interpretación que le dictamina su partido. Y como todos sabemos, lo que estos entienden por libertad y democracia, varia notablemente de acuerdo con el color del político de que se trate, pues lo que unos entienden por estos conceptos, se parece como un huevo a una castaña, con los que, los del otro color entienden.
No quisiera meterme en las políticas de cada partido, lo que más me interesa es averiguar lo que realmente significan esos conceptos y no su manipulación.
Si descomponemos el término libre albedrío, vemos que el diccionario nos dice que individualmente albedrío, es: “Voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo o capricho”, y libre es: “La potestad de obrar por reflexión y elección”. Dicho en otras palabras, el libre albedrío, es la facultad que se nos ha dado para que obremos pudiendo elegir entre el bien y el mal. O dicho más resumidamente y en términos más reales, el libre albedrío, es la facultad que se nos ha dado para que aceptemos o repudiemos el bien.
Nadie duda, de que hemos nacido libres, esto nadie lo discute, porque la libertad que se nos da no hay poder humano que puede quitárnosla. Y este libre albedrío, es fuente de muchos bienes pero también de muchos males, porque no siempre el hombre usa de su libre albedrío para elegir el bien, sino que elige el mal. Y este mal que elige es la antítesis del bien, es el producto que nace de la inexistencia del bien, el mal es siempre negativo.
Y, ¿por qué el hombre pudiendo elegir el bien elige el mal? Esta respuesta se merecería muchos y largos “Buenos Días”, aunque podría dar un avance diciendo que solo el que no es capaz de amar elige el mal. Eso significa que la libertad es algo muy serio.

Feliz Día. 

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