"Una cosa muerta puede ir con la corriente,
pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton).
Tenemos
sol desde las 07:35 horas, así que vamos a intentar disfrutarlo hasta las 17:54
horas y a ver si conseguimos que en el día de la fiesta de san Jacinto María Castañeda
seamos lo suficientemente felices para que este jueves sea un gran día.
Cuando
hablamos de democracia, libertad e igualdad, y mezclamos los conceptos, podríamos
decir que se puede llegar a conclusiones muy diferentes, por lo que siempre es
un buen tema de conversación pues las variantes pueden ser muchas.
Si
utilizamos mal el concepto de libertad podemos llegar a conclusiones erróneas, ¿Qué
hemos conseguido aplicándola mal? ¿La libertad de suicidarse? ¿La libertad de
matar a su descendencia, abortándola? ¿La libertad de no amar para no vincularse
con nadie y no perder, así su “libertad”? ¿La libertad de no pensar drogándose,
emborrachándose?
Si
nos equivocamos al entender la libertad de la persona, nos encontramos
completamente desorientados, sin rumbo, gastando nuestras energías en la búsqueda
de “fetiches”, en una felicidad que se nos escapa de las manos tal como llega. No
somos capaces de ver ningún sentido a nuestra vida, por el que valga la pena
vivir, sufrir y morir; y eso porque no hemos entendido el significado más
profundo del libre albedrío.
Habréis
podido observar que no es fácil, pues en el párrafo anterior ya he utilizados
dos términos: Libre albedrío y Libertad, que aun siendo y expresando los dos lo
mismo el libre albedrío es más usado en religión y el de libertad en la vida
común y sobre todo en política, ya que no existe político alguno de la
tendencia o color de que se trate, que no se le llene la boca con el término
libertad y también con el de democracia. ¡Claro está! que entendidos es dos
términos con la especial interpretación que le dictamina su partido. Y como
todos sabemos, lo que estos entienden por libertad y democracia, varia
notablemente de acuerdo con el color del político de que se trate, pues lo que
unos entienden por estos conceptos, se parece como un huevo a una castaña, con
los que, los del otro color entienden.
No
quisiera meterme en las políticas de cada partido, lo que más me interesa es
averiguar lo que realmente significan esos conceptos y no su manipulación.
Si
descomponemos el término libre albedrío, vemos que el diccionario nos dice que individualmente
albedrío, es: “Voluntad no gobernada por la razón, sino por el apetito, antojo
o capricho”, y libre es: “La potestad de obrar por reflexión y elección”. Dicho
en otras palabras, el libre albedrío, es la facultad que se nos ha dado para
que obremos pudiendo elegir entre el bien y el mal. O dicho más resumidamente y
en términos más reales, el libre albedrío, es la facultad que se nos ha dado
para que aceptemos o repudiemos el bien.
Nadie
duda, de que hemos nacido libres, esto nadie lo discute, porque la libertad que
se nos da no hay poder humano que puede quitárnosla. Y este libre albedrío, es
fuente de muchos bienes pero también de muchos males, porque no siempre el
hombre usa de su libre albedrío para elegir el bien, sino que elige el mal. Y
este mal que elige es la antítesis del bien, es el producto que nace de la
inexistencia del bien, el mal es siempre negativo.
Y,
¿por qué el hombre pudiendo elegir el bien elige el mal? Esta respuesta se merecería
muchos y largos “Buenos Días”, aunque podría dar un avance diciendo que solo el
que no es capaz de amar elige el mal. Eso significa que la libertad es algo muy
serio.
Feliz
Día.
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