"Una cosa muerta puede ir con la corriente,
pero sólo un ser vivo puede ir en su contra." (G. K. Chesterton).
Buenos
Días: Empezamos este jueves con una temperatura ya prácticamente de invierno,
al menos para mi sensibilidad al frío, aunque espero que el sol ayude a que los
13,2 grados que puedo observar ahora vayan subiendo. A las 07:43 horas el sol
empezará su trabajo hasta las 17:48 horas en que volveremos a sentir como baja
la temperatura, todo esto puede suceder en este día que celebramos la fiesta de
san José Pignatelli.
A
pesar de que para muchos de nosotros el panorama político no se presenta muy
claro y que todo parece indicar que nos vamos a encontrar con los suficientes problemas
para que nuestra vida sea más complicada, hay que saber recibir todas estas
dificultades con calma para después abordarlas con inteligencia y algo de buen
humor. Lo peor que nos podría suceder es responder a todos estos problemas con
otros problemas.
Desafortunadamente
no es fácil, lo tengo que decir. Pero tampoco es imposible. Lo que sucede es
que hoy en día la tendencia en los medios de comunicación es a fijarse en la
noticia negativa, amarillista, que por supuesto vende más que anunciar la agradable
noticia de un día soleado, y queramos o no, esto, a la larga, produce un ambiente
pesimista, gris, e inconscientemente lo adoptamos en nuestro lenguaje, “¡qué
mal está el mundo!”, se nos nota también en nuestra actitud con la cara seria, y
a algunos por desgracia les arruina la vida con depresiones y suicidios.
Es
normal, y no nos tenemos de extrañar que nos fijemos mucho en las cosas cuando
van mal, puesto que estamos hechos para lo bueno, lo verdadero, lo bello: si
todo está bien no hay por qué preocuparse ya que es así como deben estar las
cosas. Debería ser lo normal. Pero seamos objetivos: la realidad no es así.
Es
tarea fundamental hoy en día, ver el lado positivo de las cosas y de un mal
tratar de sacar un bien mayor. Incluso sacar algo que alegre un momento triste
o de mal humor. ¡Cuánto nos gusta que alguien nos alivie un mal día contándonos
un chiste, gastándonos una broma, o sencillamente arrojándonos una sonrisa!
Hay
que responder a todos estos problemas que adivinamos en nuestro horizonte con
alegría, es interesante que lo hagamos rápido. Sí, urge reír. No se trata de sustituir
los momentos de análisis de la situación en nuestra sociedad, pero sí intentar alegrar
la vida cuando sea necesario y tratar de ser optimistas. Tampoco se trata de
caer en la superficialidad y la ligereza del humor chabacano, como una falsa
válvula de escape, similar a lo que ciertos borrachos pretenden bebiendo alcohol:
olvidar.
¡El
mundo tiene problemas! Y por ello hacen falta momentos, personas y ocasiones alegres,
que pongan un poco de alegría y buen humor en medio de tanto pesimismo. A veces
las circunstancias difíciles llegan a ofuscarnos hasta en cosas insignificantes.
Es cuando uno se “ahoga en un vaso de agua”, o ve problemas donde en realidad
no los hay.
Hoy
en día el optimismo es una carencia muy grande. El entusiasmo por la vida, el
gozo de una sonora carcajada, la sonrisa humilde ante un fracaso, la ilusión
por ser felices son unos nobles ideales. Las dificultades no pueden ser
obstáculo, sino un aliciente para luchar con más fuerza por sonreír a la vida.
Hay
una frase de la madre Teresa de Calcuta que me gusta recordar: “La vida es la
vida, ¡vívela!”.
Feliz
Día.
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