"Hay una clase de crítica que nos recuerda que hemos leído un libro y hay otra clase, mucho mejor, que nos convence de que nunca lo hemos leído”. (G. K. Chesterton)
Día 51. 17 de julio de 2024.
Saint-Hilaire-de-Lusigan --- Moissac.
Distancia: 55,93 km.
Media: 15’88 km/h.
Desnivel positivo: 101 m.
Comentaba ayer que se cumplían los 50
días y se me olvido decir que han sido también 50, hoy ya 51, los lugares donde
he dormido. Cada día en un lugar, cada tarde he montado el campamento y cada
noche he dormido en un camping distinto, salvo una noche que dormí en un hotel.
Ya se que la colchoneta y la tienda
todos los días son las mismas, sin embargo existe un encanto especial cada día
y sobre todo cada noche. Hay noches donde el silencio es absoluto, otras que
estoy demasiado cerca del río y el ruido del agua es una excelente compañía,
otras al estar cerca de los baños cada vez que alguien entra se encienden las
luces también en mi tienda al ser tan clara, en fin cada noche en cada camping
es una aventura y, quiero ahora entrar en el tema de los vecinos, cuando los
tengo, pues este es un tema impresionante.
Hasta que no hemos entrado en la
segunda quincena de julio, la verdad es que los camping han estado bastante
vacíos y si añadimos que suelo llegar pronto, puedo elegir el sitio que
considero más tranquilo. Sin embargo en estos últimos días si que hay muchos
ciclo-turistas y el camping se suele llenar a partir de media tarde. No puedo
quejarme por ahora de mis vecinos porque todos son ciclistas y no hacen la
velada muy larga, por lo general en la zona de ciclistas a partir de las diez
están todos dentro de sus tiendas. Pero el sueño de muchas personas no es
silencioso que digamos, hay muchas personas que emiten ruidos al dormir, y voy
a dejarlo ahí.
Pero el tema del vecino es mucho más
amplio. Veamos: dice el diccionario de la palabra “vecino” que es “la
persona que habita con otros en la misma población, barrio, calle, edificio,
etc. Y, añade que un vecino es alguien cercano o próximo”.
Todos somos y formamos parte una comunidad y todos
necesitamos de esa convivencia pacífica. Pertenecemos (queramos o no) a esa
vecindad, y creo que lo ideal para que tengamos una buena convivencia, es poner
de nuestra parte, para vivir con el resto de nuestro vecinos en paz y armonía.
Reconozco también que siempre hay
algún incivilizado, que esta pasando sus vacaciones en el camping y no quiere
descansar como lo necesitamos nosotros, que incordia y molesta a sus vecinos
por el simple hecho de sentirse superior al resto y con derecho a todo. Son
personas egoístas, que creyéndose en el derecho de hacer su vida, son incapaces
de mirar por los demás, pensando que tienen derecho a todo y que pueden hacer
lo que les venga en gana, por tener tan solo una parcela alquilada hasta la
hora de silencio.
Solo recuerdo una noche, que las
risas y las expresiones de jubilo eran demasiado altas y los que han dormido en
una tienda de campaña saben que el sonido, no se porque, se amplifica.
En fin, de momento no me puedo
quejar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario