“Un clásico es un autor al que se cita en vez de leerlo”. (G. K. Chesterton)
Día 50. 16 de julio de 2024.
Damazan --- Saint-Hilaire-de-Lusigan.
Distancia: 36,24 km.
Media: 13’89 km/h.
Desnivel positivo: 61 m.
Hoy hace 50 días que empecé este recorrido
en bicicleta y, lo he celebrado enviando en un paquete con toda la ropa de
invierno que llevaba para casa, para ser exactos el paquete pesa 1’960 kilos,
no es mucho pero prácticamente no he utilizado nada, hay que pensar que mi
destino inicial era Geirangen en Noruega, de ahí la cantidad de ropa de abrigo.
¡Esto es lo que hay!: si soy mayor,
lo soy; si voy a estar unos días sintiendo que voy más ligero, pues eso a
disfrutarlos. Hay que pisar suelo. Dejarse de ensoñaciones. Llamar a las cosas
por su nombre.
Espero no ofender a nadie al decirlo,
me lo digo a mí mismo. El paso del tiempo tiene sus leyes que, si las
aceptamos, nos ayudarán a estar serenos, a ser felices. Los años dan sabiduría,
experiencia y también límites. Estos no son negativos, tienen la misión de
protegernos: ya no podemos hacer ciertos deportes, ni llevar cargas pesadas,
debemos descansar. Debamos viajar a otro ritmo, nos gusta ir cómodos y llevar
de “casi” todo y eso tiene el precio de las distancias cortas y la velocidad
baja.
El cuerpo no responde igual que a los
veinte años. Hay que jubilarse con gusto de actividades que antes hacíamos.
Sería una tontería forzar el cuerpo y una locura desperdiciar la sabiduría
acumulada en pro de una soñada adolescencia, gracias a Dios ya superada.
Lo importante es que ya han pasado 50
días, y que no me han supuesto un esfuerzo, vamos a seguir así hasta llegar a
casa.
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