“Hay muchas ocasiones en la que nada sino una riña puede evitar una pelea” (G. K. Chesterton)
Día 30. 26 de junio de 2024.
Saint-Satur --- Poilly-Lez-Gien.
Distancia: 58,70 km.
Media: 15,11 km/h.
Desnivel positivo: 113 m.
Muy bien se esta comportando el
camino para bicicletas que sigue al Loira, como debe ser, bien señalizado y con
buen firme para disfrutar de un paseo en bicicleta.
Disfrutar de la bicicleta es
agradable cuando todo esta a nuestro favor, sin embargo podemos tener un día de
estos un pinchazo, ¿Quién no se ha quedado tirado alguna vez en la carretera
por culpa de un pinchazo? A mí me ha ocurrido, aunque hace ya bastante tiempo. Se
nos puede pinchar un sueño cuando más lo estamos disfrutando, una ilusión se
nos puede pinchar y venirse abajo, incluso nuestra voluntad puede pinchar
cuando le pedimos algo que no puede dar.
Está claro, cada pinchazo es un
fiasco y un contratiempo que lo mínimo que provoca es un pequeño ataque de
rabia, por la impotencia que te deja no poder hacer nada ya. Quizá le puedes
pones un parche y te sirve para ir tirando un tramo más, pero al poco tiempo lo
tienes inevitablemente que cambiar. Ya no es lo mismo y nada queda nunca igual.
Es así, la vida tiene pinchazos y, cuando ocurre, vas aprendiendo a desinflarte
sin naufragar, a funcionar con parches hasta que lo puedes remediar, a tirar
adelante con menos aire, pero sin parar.
Sin embargo, también hay pinchazos que
son necesarios, para dar sangre por ejemplo, una ampolla que nos molesta, en
muchas ocasiones tenemos que recibir un pinchazo para conseguir una cosa buena.
Lo que esta claro es que ante cada
pinchazo se nos escapa el aire, perdemos algo, la cuestión es saberlo rellenar
con algo que sea positivo.
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