¡¡¡Buenos días!!!
Me
preguntaba esta mañana cómo es posible que podamos cambiar de opinión tan
drásticamente, al menos como puede cambiar una sociedad su opinión sobre
asuntos que consideraba hace solo unas décadas como algo inaceptable, y ahora
los acepte tranquilamente.
Tengo
la impresión de que hemos sido de alguna manera manipulados, que nos están
hirviendo como a la rana del cuento. No sé si os acordáis de ese cuento,
resulta que, si introduces una rana en agua hirviendo, defenderá su vida, se
resistirá y de un salto escapará del recipiente. Pero si la colocamos en agua
templada y la vamos calentando poco a poco, la rana terminará hervida sin
ninguna resistencia por su parte. A nosotros nos están hirviendo a fuego lento.
Existe
una teoría política que muestra cómo se puede cambiar la visión de la opinión
pública para que las ideas que antes se consideraban descabelladas puedan ser
aceptadas a largo plazo. Pues hay ideas que no se pueden cambiar de golpe
Hay
un proceso que hay que seguir para conseguir gradualmente una transformación
social, el nombre exacto no lo recuerdo, pero tiene algo que ver con una
ventana, si lo recuerdo lo añadiré más adelante.
Veamos
como funcionaría ese proceso, por ejemplo, con el tema de la pederastia. Hoy en
día, las relaciones sexuales con niños es un tema tabú. A la inmensa mayoría de
la sociedad le resulta inconcebible que un adulto mantenga relaciones sexuales
con un niño o una niña, ya sean heterosexuales u homosexuales. Esa es una
cuestión considerada inaceptable, ilegal y escandalosa. Pero, imaginemos que
aparece un político importante y que manifiesta públicamente ante los medios de
comunicación que los niños tienen derecho a mantener relaciones sexuales con
quien les dé la gana.
Que
se ha conseguido, pues que ese tema deje de ser tabú y ya podríamos discutir
sobre él. Resulta que los niños tienen derecho a que ningún adulto toque su
cuerpo. Pero también a tocar y a dejarse tocar por quien ellos quieran. Los
niños pueden tener relaciones con quien les dé la gana, siempre que lo
consientan. La pederastia permanece desde entonces como una transgresión no
autorizada. Pero ya se puede decir que un niño tiene derecho a mantener
relaciones con quien él quiera. Es un derecho del niño.
Veamos
mañana como se puede continuar avanzando para conseguir que se pueda aceptar.
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