martes, 11 de abril de 2023

Aquel 27/03/23. ¡¡¡Fue un buen día!!!

 ¡¡¡Buenos días!!!

“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton).

Vamos a hacer el esfuerzo, pequeño sin duda, de trasladarnos mentalmente al lunes 27 de marzo de este 2023, cuando empezamos una pequeña “escapada” de tres días con la bicicleta, para saber cómo tenemos el material de viaje, y hacer algunas pruebas. En realidad, y pensándolo bien, veo que se trata de intentar hacer un pronóstico sobre cómo puede desarrollarse el viaje de este verano. 

Cuando hago esta clase de pruebas procuro al final tener un pronóstico, intento hacer un análisis más o menos serio sobre como funcionara este viaje, y sobre todo como voy a aplicar esas conclusiones en el próximo viaje.  

Es claro que todos esos análisis no pueden abarcar todas las posibles variantes que pueden suceder. Por ejemplo, algunas pruebas con las nuevas cubiertas me pueden mostrar cómo pueden funcionar en terrenos arenosos, pero no llegaré a saberlo con seguridad hasta que llegue el día en que no tenga más remedio que recórrelos a plena carga.

Estamos en una época donde la así llamada “inteligencia artificial” nos va a poder dar un pronóstico acertado de todo, incluso también de cómo nos va a responder todo el material. Algunas personas se atreven a afirmar que pronto las máquinas informatizadas van a resolvernos todo lo que ahora solucionamos con nuestra experiencia y práctica.

Sin embargo, estoy seguro, de que, en esto de los viajes en bicicleta, hay tantas variables imprevisibles, y no pocos accidentes, que me llevan a poner en duda los posibles pronósticos que me puedan decir cómo me va a resultar mi viaje al ser analizado por los algoritmos digitales.

Lo cierto es que ningún pronóstico sobre el futuro va a conseguir descifrar todo lo que hay en el misterioso corazón humano, por más que haya computadoras que nos sorprendan al señalar cuáles serían nuestras elecciones inmediatas.

Porque nuestro corazón tiene una complejidad tan grande que no podrá ser eliminada ni por los mejores programas informáticos, ni por los libros más completos de analistas bien informados sobre muchos aspectos del mundo moderno.

Por eso, los pronósticos sobre el futuro pueden perfilar eventos que ocurrirán a corto o a largo plazo, pero sin ninguna certeza absoluta. Porque basta, por ejemplo, con la locura de un jefe de Estado de una potencia nuclear, para que salten por los aires no solo los pronósticos más completos, sino incluso los planes más sencillos de miles de millones de personas respecto de lo que comerían el día de mañana.

Que ahora acabe de constatar la indeterminación humana no implica que se deba renunciar a buenos análisis sobre el presente y sobre lo que podría ser el futuro, en vistas a tomar medidas para alejar males y promover bienes.

En fin, es lo que voy a intentar realizar estos días.

Por cierto, han sido solo 38 kilómetros hasta la Sierra de Bernia, eso sí, con un desnivel positivo de 836 metros, por lo que la media ha sido tan solo de 10’28 km/h.

No ha estado mal para ir cargados. 

https://www.instagram.com/vicent1956/?hl=es

No hay comentarios: