¡¡¡Buenos días!!!
Decía
ayer que ya hemos conseguido, hipotéticamente, que se pueda hablar con
tranquilidad de la pederastia. Pues, el camino a seguir ahora es claro, hay que
hablar sin parar del tema, en las tertulias de televisión, en artículos de
prensa, que aparezcan sin cesar expertos: psicólogos, pedagogos, filósofos… y
periodistas que aporten argumentos a favor de la pederastia.
Nos
dirán que en la antigüedad era una práctica normal y nos dirán frases de Platón,
de Aristóteles o de Cicerón. Nos hablarán del derecho al placer sexual de los
niños desde su más tierna infancia. Se hablará de incluir el tema en la educación
sexual, en la Educación Infantil y primeros cursos de Primaria para que el
niño se conozca a sí mismo y su sexualidad; que aprenda a tocarse y a tocar a
sus compañeros, eso sí: con consentimiento, que aprendan a estimular y a
estimularse. Así de esta forma los niños crecerán descubriendo sus gustos
heterosexuales, homosexuales, de género fluido, transexuales, etc.
En
esta fase de lo que se trata es de defender la libertad individual y los
derechos humanos de los niños. Se tiene que evitar que se reprima o estigmatice
los deseos sexuales de cada niño. Y, como se le ha otorgado un derecho, si el
niño dice que se siente niña, pues habrá que hormonarlo, castrarlo, etc. Y si
los padres se oponen, debe primar el derecho del niño quitando a esos padres la
patria potestad del niño en ese tipo de decisiones, porque el niño no es de sus
padres, sino que el niño es dueño de sí mismo y el Estado ha de garantizar sus
derechos. Para eso están los servicios sociales.
Llegados
aquí, se tiene que conseguir que la pederastia sea aceptable, hay que dar un paso
más, y mañana lo intentaremos.
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