¡¡¡Buenos días!!!
Todos nos hemos dado cuenta, lo notamos, de que
tenemos por decirlo de alguna manera dos clases de vida, que son tan diferentes
que merecerían tener dos nombres completamente diferentes, la vida biológica y
la vida espiritual.
La vida biológica es la que nos viene dada por la
naturaleza y que por lo tanto siempre se gastará y decaerá. La vida espiritual
tiene por supuesto un parecido con la vida biológica, pero solo la clase de
semejanza que podemos encontrar entre una imagen de un paisaje y ese paisaje
real, o la diferencia que hay entre una estatua de hombre y un hombre.
Si un hombre cambiase de tener una vida biológica a
tener una vida espiritual habría pasado por un cambio tan grande como la de una
estatua que pasara de ser de mármol a ser un hombre auténtico.
Y de eso es de lo que estoy hablando estos días.
Nuestro mundo es como el taller de un escultor. Nosotros somos las estatuas, y
se comenta por todo el taller de que puede suceder que algunos de nosotros,
vamos a cobrar vida, algún día.
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