“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)
Domingo 20 de septiembre de 2020, trayecto nuevo el de este día, cuando lo realicé andando o en bici nunca pase por este recorrido por eso me detuve en la Laguna y no llegue a O Cebreiro.
Etapa corta pero dura por ser el primer día de lluvia y la primera avería en la bicicleta. Fueron solo 25 kilómetros pero muy interesantes.
Me di cuenta que debía hacer algún cambio en el recorrido para no repetir aquellos recuerdos de hace tantos años.
Algo comentaba ayer, como los cambios son inevitables he decidido hacerlos deseables. Tener las mismas sensaciones es imposible y es verdad que si fueran las mismas es fácil que al final se volverían monótonas y aborrecibles.
¿Podemos acaso imaginar una vida absolutamente monótona, siempre igual y que fuera, aun así, deseable?
Hay que intentar que los cambios sean además deseables.
Estoy seguro que no quería unos cambios tan drásticos, yo, solo quería cambiar de recorrido un cambio programado que pudiera preverlo, pero esta vez, me pillo por sorpresa, en el mismo día la lluvia y la avería.
Tenia asumido que eso forma parte de un viaje y, más si es en bicicleta, pero me encontré tratando de quejarme y además tener razón al hacerlo


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