“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)
Diecisiete días, el domingo 13 de septiembre de 2020 ya llevaba más de dos semanas que pasaron casi sin darme cuenta, y con 53 kilómetros este día tuvo posiblemente el desnivel positivo más grande, suerte que la carretera no tenia ninguna pendiente dura y en cambio el paisaje acompañaba, prácticamente siempre con sombra y con el plato pequeño durante los primeros 27 kilómetros.
Fue un placer ir desde Hervas hasta Guijuelo, donde me esperaba una impresionante ración de jamón y una cerveza muy fría.
Había que relajarse y descansar toda la tarde, pues después de la ducha y con la ayuda, sin duda, de la cerveza el cuerpo solo pedía relax.
No es fácil descansar bien, pues muchos de nosotros confundimos el concepto de descansar con acostarse en el sofá, mirar las redes sociales o ver nuestra serie favorita.
Pero eso no es lo que significa descansar. Tiene menos que ver con la posición de nuestro cuerpo que con nuestro estado de espíritu.
La esencia del descanso esta en organizar un momento en que estás presente contigo mismo; es ese momento en que realmente te encuentras contigo mismo. Escuchas tus emociones del día, piensas en tus objetivos y sueños. Pero esto no es fácil. ¿Por qué?
Pues, muchas personas procuran estar ocupados como una manera de escapar de ellos mismos. Y, es que estar siempre ocupados nos da un cierto prestigio y en cambio el descanso no. Tal vez se tiene miedo a escucharse, de ver lo que está dentro de nosotros.
Si realmente deseamos empezar a descansar, necesitamos definir una hora que solo nos pertenezca a nosotros, pues el descanso es un momento de reflexión, lo que no significa que tengamos que sentarnos y no hacer nada. Yo me relajo andando en bicicleta o pasando tiempo hablando con amigos.
El efecto que hay que conseguir es estar alegre y tener más fuerza y ganas de vivir.
Solamente cuando nuestro cuerpo y nuestra mente estén descansados se puede aprovechar la vida y el ocio. Aunque el ocio es diferente del descanso; es el momento en que haces cosas que te traen alegría.
Cuando estamos bien descansados, más cosas nos hacen felices. Incluso pequeñas cosas pueden deleitarnos.
Por el contrario, cuando estamos cansados, incluso las cosas que alguna vez nos habían gustado ya no nos son atractivas. Por eso es muy interesante estar contigo mismo para saber distinguir en cada momento que es lo que nos dará mayor alegría.
En fin, muchas personas deben aprender nuevamente a descansar. Pongamos un horario para ello, con solo 30 minutos al día puede ser suficiente solo para descansar.
Cuando llegue ese momento, intenta escucharte. Puede parecer extraño las primeras veces. Es posible que eso esa algo nuevo y necesites acostumbrarte.
Cuando ese momento inicial pase, empieza a hacerte preguntas diferentes, como por ejemplo: ¿Qué me hace feliz? ¿Qué cosa emocionante voy a hacer mañana? ¿Cuáles son mis sueños?
Escúchate a ti mismo, las repuestas puede que te sorprendan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario