miércoles, 1 de abril de 2020

¿Mala suerte?

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton)


Decimoctavo día de la cuarentena, y desgraciadamente nuevo récord, seguramente mañana ya habremos adelantado a Italia en ese siniestra clasificación de infectados por el Covid – 19, una posición que no puede ser debida a la mala suerte.
Hoy, con el comienzo de mes, este blog debería de haber empezado una transformación en sus contenidos y haberse dedicado a transmitir las sensaciones y las experiencias de la fase final para la preparación de la maratón de Boston, y mostrar también como se estaba desarrollando la elaboración del viaje al Nordkapp en bicicleta que empezaría al volver de los Estados Unidos.
Esto ya no va a ser posible, la etiqueta “Maratón de Boston” ya no la utilizare en este blog y aunque la etiqueta “Nordkapp” voy a utilizarla ya no será lo mismo.
Intentaré ponerme en marcha en el momento de que tengamos vía libre para movernos y las fronteras en toda Europa estén abiertas. Por eso la etiqueta “Nordkapp” la retrasare dos semanas, de momento.
Cuando esta cuarentena termine y no tengamos a ningún infectado, cuando seamos libres para movernos por cualquier parte cogeremos todo lo escrito y lo estudiaremos, leeremos todas las declaraciones y junto a nuestra experiencia tendremos una visión de conjunto sobre todo lo que nos esta pasando, haremos un buen análisis de los hechos, de sus causas y sus resultados.
En cambio, ahora, en el momento presente estoy intentando orientarme de la mejor manera posible y no alcanzo a tener una idea suficientemente completa de la situación, como la que hipotéticamente conseguiré al hacer el análisis después. Es ahora cuando me gustaría poder tener una idea de cuando terminará todo esto y cómo lo hará.
Pensemos en el estudio y análisis de cualquier guerra sucedida a lo largo de la historia. El historiador presenta los puntos débiles y fuertes de cada contrincante. Ve las decisiones adoptadas, los aciertos y los fallos estratégicos. Evidencia los aspectos más relevantes en la economía y en los sistemas de reclutamiento.
Al final, cuando leemos los análisis bien llevados sobre hechos pasados, uno concluye que los líderes de un bando se lanzaron a una guerra que estaba perdida desde el inicio, y que cometieron fallos injustificables desde el punto de vista político, económico y estratégico.
Si recordamos como se ven ahora los acontecimientos del pasado y cómo se ven las cosas en el presente mientras los hechos están abiertos a mil opciones, reconoceremos lo fácil que es equivocarse ahora, ya sea por la falta de perspectiva, por las prisas, por las ambiciones o por los odios.  Nos resultan más comprensibles (aunque no justificables) los errores de unos o de otros en este problema del Covid – 19.
En la vida tenemos que afrontar cientos de decisiones. Si tuviéramos la posibilidad de ver las cosas de un modo sereno y completo, cometeríamos menos errores y tomaríamos decisiones bastante sensatas.
Desde luego, quedan siempre abiertos espacios a comportamientos imprevisibles de otros o a golpes de suerte o de mala suerte (mejor, a coincidencias favorables o desfavorables) que llevan a desenlaces inimaginables. 


Sin embargo, la mayoría de las veces buenos análisis permiten opciones acertadas y resultados bien merecidos, con lo que ello implica de seguridad y de satisfacción. Lo que ocurre es que esos buenos análisis no siempre están al alcance de la mano, y en España no los hemos tenido según parece en estos momentos, dentro de unos meses a “toro pasado” tal vez lleguemos a la conclusión de que tal vez hemos tenido mala suerte o que los gestores de esta crisis no han estado a la altura.
 Antes de los hechos resulta casi imposible prever todo lo que puede ocurrir. Después de los hechos, somos capaces de desentrañar causas y efectos, lo cual puede servir para mejorar en el futuro.
En un mundo lleno de indeterminaciones, con mentes no siempre perspicaces y corazones muchas veces cegados por las pasiones, no hay casi nunca certezas sobre lo que puedan ser los hechos futuros.
A pesar de tanta indeterminación, una sana prudencia, unida a la confianza, nos permite seguir en camino con nuestros compromisos que tendremos que ir orientándolos según veamos que evolucione la situación.

Buenas Noches. 

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