jueves, 2 de abril de 2020

Nuestra vida en espera.

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton)


Decimonoveno día de la cuarentena, y continuamos cada vez peor, con unas cifras catastróficas las miremos como las miremos salvo que seamos matemáticos y entendamos de porcentajes y de gráficas, me pregunto si los matemáticos y las matemáticas pueden aportar algo más a esta crisis que no sea mostrarnos esperanza donde solo ellos la ven.  
Lo cierto es que nadie ve un fin cercano a esta situación en España. Ninguno, ni nuestros políticos ni médicos tienen una estrategia de salida. Nadie sabe cuándo ni cómo acabará esto. De aquí que no sabemos cuándo nos dejarán volver a nuestras vidas normales.
Y esto me plantea algunas preguntas: ¿Cómo debería vivir en este tiempo especial? Bueno, yo tuve un curso privado sobre esto hace unos tres años. Me diagnosticaron un desprendimiento de retina que me tuvo medio año en reposo. Durante ese tiempo me encontré muchas veces impaciente, siempre esperando el día en que terminará, primero la fecha en la que debía de absorber el gas en el ojo, después la fecha en la que me podrían volver a revisar el ojo ya sin el gas, más tarde la fecha de la segunda operación y otra vez a volver a empezar siempre esperando una fecha.
Lo afronte bien, como afronto la mayoría de las contrariedades en mi vida, estoicamente, con la actitud: ¡Lo soportaré! ¡Lo superaré!
Utilice varios sistemas para ir pasando días pero un día me di cuenta que lo que en realidad hacía era poner mi vida en espera, que no estaba viviendo en realidad sino sólo sobrellevando cada día con el fin de llegar a ese día en que me dieran el alta y pudiera volver a vivir de nuevo. Me di cuenta de que estaba desperdiciando una época de mi vida.


Entonces, empecé a dar la bienvenida a cada día por estar vivo y por todo lo nuevo que me aportaba, y comencé a dar los “Buenos Días” a los grupos de whatsapp y después también en este blog. Y ahora, estos días estoy volviendo la vista a esos días y me doy cuenta que esos meses fueron una de las épocas más ricas de mi vida. Resultó una alegría especial volver a la vida normal después de esos seis meses, pero esos días de reposo fueron especiales también, aunque de una manera muy diferente.
El Covid – 19 me ha puesto otra vez en esa misma situación, a mí y a muchas otras personas, recluidos esperando una fecha. Y el peligro es que queramos poner nuestras vidas en espera mientras dejamos marchar esta época de nuestra vida, y queramos sólo aguantar más bien que permitirnos ser agraciados por lo que corresponde a esta temporada que se nos obliga a pasar.
Tengo que decir que a pesar de lo complicado de esta situación, voy a sacar, otra vez, provecho de ella. Y termino por hoy con una frase de C.S. Lewis: “Hemos aprendido a no conceder valor a las cosas presentes mientras suceden.” Pensemos.

Buenas Noches. 

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