“La imparcialidad es un nombre pomposo para la
indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton)
Decimonoveno día de la cuarentena, y continuamos cada vez
peor, con unas cifras catastróficas las miremos como las miremos salvo que
seamos matemáticos y entendamos de porcentajes y de gráficas, me pregunto si
los matemáticos y las matemáticas pueden aportar algo más a esta crisis que no
sea mostrarnos esperanza donde solo ellos la ven.
Lo cierto es que nadie ve un fin cercano a esta situación
en España. Ninguno, ni nuestros políticos ni médicos tienen una estrategia de
salida. Nadie sabe cuándo ni cómo acabará esto. De aquí que no sabemos cuándo
nos dejarán volver a nuestras vidas normales.
Y esto me plantea algunas preguntas: ¿Cómo debería vivir en
este tiempo especial? Bueno, yo tuve un curso privado sobre esto hace unos tres
años. Me diagnosticaron un desprendimiento de retina que me tuvo medio año en
reposo. Durante ese tiempo me encontré muchas veces impaciente, siempre
esperando el día en que terminará, primero la fecha en la que debía de absorber
el gas en el ojo, después la fecha en la que me podrían volver a revisar el ojo
ya sin el gas, más tarde la fecha de la segunda operación y otra vez a volver a
empezar siempre esperando una fecha.
Lo afronte bien, como afronto la mayoría de las
contrariedades en mi vida, estoicamente, con la actitud: ¡Lo soportaré! ¡Lo
superaré!
Utilice varios sistemas para ir pasando días pero un día
me di cuenta que lo que en realidad hacía era poner mi vida en espera, que no
estaba viviendo en realidad sino sólo sobrellevando cada día con el fin de
llegar a ese día en que me dieran el alta y pudiera volver a vivir de nuevo. Me
di cuenta de que estaba desperdiciando una época de mi vida.
Entonces, empecé a dar la bienvenida a cada día por estar
vivo y por todo lo nuevo que me aportaba, y comencé a dar los “Buenos Días” a
los grupos de whatsapp y después también en este blog. Y ahora, estos días
estoy volviendo la vista a esos días y me doy cuenta que esos meses fueron una
de las épocas más ricas de mi vida. Resultó una alegría especial volver a la
vida normal después de esos seis meses, pero esos días de reposo fueron
especiales también, aunque de una manera muy diferente.
El Covid – 19 me ha puesto otra vez en esa misma situación,
a mí y a muchas otras personas, recluidos esperando una fecha. Y el peligro es
que queramos poner nuestras vidas en espera mientras dejamos marchar esta época
de nuestra vida, y queramos sólo aguantar más bien que permitirnos ser agraciados
por lo que corresponde a esta temporada que se nos obliga a pasar.
Tengo que decir que a pesar de lo complicado de esta situación,
voy a sacar, otra vez, provecho de ella. Y termino por hoy con una frase de C.S. Lewis: “Hemos aprendido a no conceder valor a las cosas presentes mientras
suceden.” Pensemos.
Buenas Noches.
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