jueves, 30 de abril de 2020

La hora de deliberar

“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)  


Vuelvo otra vez al material, hoy he llenado y pesado las alforjas traseras y tengo que decir que de momento estoy en el peso que me había propuesto. Aún falta por pesar la silla plegable, el cable con el candado, llenar los bidones y la comida.
De momento: Bicicleta: 13, 3 kg. Mochila estanca + tienda + saco + colchoneta + piso tienda + funda vivac = 6,6 kg. Mi peso (en canal) + el móvil = 54,1 kg. Alforjas delanteras: derecha + izquierda= 5,8 kg. Bolsa manillar = 2,2 kg. Alforjas traseras: derecha + izquierda= 10,3 kg.
De momento: 13,3 + 6,6 + 54,1 + 5,8 + 2,2 + 10,3 = 92,3 kg.

¿Conseguiremos los 95 kg totales?
Lo más probable es que me encuentre con la necesidad de quitar peso lo que significa que deba dejarme algunas cosas que hasta hoy veo como necesarias.


Siempre será complicado renunciar a algunas cosas sobre todo si me decido a ponerme en marcha después del 22 de junio, fecha que parece como posible según va la epidemia, pues esto implicaría llegar pasada la primera quincena de agosto lo que quiere decir frío y lluvia o sea material más pesado.
Es este otro tema que hay que pensar con tranquilidad: ¿vale la pena empezar el 22 de junio o esperar al año que viene?
Antes del covid19 el proyecto era simple; 5450 kilómetros repartidos en una media de 75 kilómetros diarios me dan 73 días pedaleando y si a cada semana le añado un día más para descansar y visitar algún paraje interesante o simplemente el tiempo me impide pedalear tendría que añadir 10 días lo que me da 83 días para llegar al Nordkapp.
Es verdad que puedo realizar una media de 100 kilómetros o alguno más y podría pedalear 55 días, añadir un día más cada 10 días lo que me llevaría al Nordkapp en 60 días, pero los que ya saben lo que es hacer cicloturismo ven que no es lo mismo un viaje y otro.
Pregunta: ¿Qué opción es la mejor?
Opción A: Salida el 22 de junio, 83 días con llegada el 13 de septiembre.
Opción B: Salida el 22 de junio, 60 días con llegada el 22 de agosto.
Opción C: Dejarlo para el año que viene.
Nos quedan casi dos meses para pensar y tomar una decisión, hay que pensarlo bien, y por eso las deliberaciones van a ser largas e importantes.


Una decisión como esa tomada con prisas, sin prestar atención a los detalles, incluso sin recurrir a los consejos, puede llevar a consecuencias problemáticas. Así que hay que tomarse estos días con tranquilidad y tener prudencia.
Desde luego, la reflexión tiene que basarse en el propósito y el espíritu con el que está pensado este viaje, y las deliberaciones las debo hacer sin olvidar ese objetivo que es mucho más que llegar al Nordkapp cómo sea. Si me olvido del objetivo cuando se tome la decisión, el resultado estará herido de muerte.
Si no me olvido de que tiene que ser un viaje tranquilo, sin mirar kilómetros, disfrutando del momento y sin planes que cumplir cada día, solo levantarse y avanzar hacia el norte, es casi seguro que acertaré.
Llega la hora de deliberar. Ahora toca buscar qué opción nos acercará a nuestro objetivo, y en qué manera tal opción será no solo eficaz, sino también beneficiosa.
Vamos a ello.

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