domingo, 16 de febrero de 2020

“La pareja perfecta no existe”

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton) 


Buen domingo el que se esta terminando, ni estar en febrero ni la niebla que nos ha visitado esta mañana han podido deslucir un excelente día, hemos tenido todo lo que de bueno se puede pedir para disfrutar del campo o como se dice ahora de la Naturaleza y eso es lo que hemos hecho.
Pero, hemos hecho más cosas, hemos tomado café, hemos charlado y hemos llegado a casa con la satisfacción de haber aprovechado este día de fiesta.
Esta tarde con la “resaca” de san Valentín ha salido en la conversación del café de media tarde el tema de que; “no existe la pareja perfecta”. Es una frase que solemos escucharla muchas veces y estoy casi seguro que la mayoría de nosotros podemos decir que es cierto. Las personas tenemos la característica de que somos imperfectas y como las parejas están formadas por personas que tenemos virtudes y defectos, es fácil pensar que una relación perfecta, sin conflictos ni desencuentros o malos entendidos resulta ilógica e ingenua.
Aunque tenga una buena comunicación y un trato amable con mi pareja, podemos esperar que surjan ocasionalmente conflictos o diferencias, y creo que es absolutamente normal, incluso me atrevería a decir que habría que meterlo como uno de los principios en los que se basa una relación.
Pero, sin embargo, a pesar de que todas las parejas pasan por momentos complicados, lo que marca la diferencia es cómo se reacciona ante esos acontecimientos, qué actitud es la que tomamos y cómo llegamos a solucionarlos. Muchas parejas terminan dando por concluida la relación después de una riña, pero existen otras que resuelven el problema y logran salir adelante, no sólo eso, llegan a salir mejor aún de como entraron en la discusión.
Ya se que nadie quiere pasar por una mala experiencia, por un momento desagradable, pero una vez que nos encontramos en él, hay que intentar verlo como una oportunidad de mejorar y encontrar nuevos planteamientos a favor de la relación, de tal manera que algo que parecía ser totalmente negativo, puede dejarnos una enseñanza positiva y valiosa que, incluso, en algún momento agradeceremos.
En fin, ante los problemas y las crisis, terminar con la relación o aprovechar la experiencia para madurar y mejorar nuestra relación va a depender de nosotros y de la habilidad que tengamos para sacar ventaja de las adversidades. No hay que tener miedo a los problemas, sino que hay que buscar siempre la mejor solución como pareja acordándonos que una pareja no pelea uno contra otro pues están en el  mismo equipo, más bien es un equipo que lucha contra las dificultades.

Buenas Noches. 

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