sábado, 8 de febrero de 2020

Dar gracias implica algunas cosas.

“La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.” (G. K. Chesterton)


Es tarde lo se, pero es lo que tienen los viernes, que siempre se llega tarde a casa, tal vez para mi sea el día en el que más actividad nocturna tengo por eso las “Buenas Noches” pueden parecer más una “Buenas Madrugadas”.
Da igual, al final es un día como otro cualquiera pero con unas cuantas horas más de vigilia, por lo que tendremos más cosas que contar y que experimentar.
Esta tarde durante el café volvió el viejo tema de los derechos que tenemos, pues todos nos creemos con derechos: derecho a vivienda, a tener trabajo, derecho sobre nuestro cuerpo, a un salario justo y derecho a una pensión justa. Esta claro que algunos derechos si que tenemos pero lo que me gustaría resaltar es esa mentalidad del “derecho” que nos impide muchas veces ver la realidad. Y la realidad, si lo pensamos bien, es que todo lo que tenemos es gratis. Bien pensado, todo lo que tenemos es un don, empezando por el don fundamental de la vida.
La vida no nos la hemos ganado, no la hemos conseguido con nuestras fuerzas o nuestro trabajo, nos la hemos encontrado. O sea, alguien nos la ha regalado. Para los creyentes, la vida es un regalo de Dios. Para los no creyentes, la vida es un regalo de la naturaleza. Si acepto el regalo de la vida, puedo afirmar que todo lo que ella comporta es también un regalo. De ahí que la buena actitud ante esa vida que nos ha sido regalada es dar gracias por estar vivo.
Y, dar gracias implica algunas cosas: una, reconocer que tengo limitaciones, que tengo muchas necesidades y carencias que no puedo resolver con mis propios medios. Esa es mi verdad. Precisamente porque no puedo resolver con mis fuerzas muchas de mis necesidades, busco quién pueda ayudarme. Si encuentro esa ayuda, lo lógico es reconocer que lo que tengo, lo tengo gracias a otros; y por tanto, lo correcto es darle las gracias, tener un gesto hacia esa persona que me ha ayudado. Dar gracias es reconocer mis limitaciones y reconocer la bondad del que me ayuda a superarlas.
Porque digo esto, pues porque toda vida humana debería estar marcada por la gratitud. Si vivimos agradecidos, si nuestra vida es una acción de gracias, entonces será también una vida humilde. Humilde no es humillado. Humilde es el que es consciente de su verdad. Y al ser consciente de su verdad, tiene su vida bien orientada.
En fin, es tarde, y este tema da para mucho más, tal vez en otra ocasión y a horas más asequibles volvamos a él.

Buenas Noches.

No hay comentarios: