viernes, 27 de julio de 2018

Viernes 27 de julio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


Me acaban de sugerir una nueva visión de lo que os comentaba ayer, se sitúa en el campo moral y tiene por objeto la bondad. Mucha gente hoy en día da por hecho que ahora se posee una bondad intrínseca que no tenían las épocas anteriores. Por eso se sorprenden muchísimo ante la noticia de cualquier barbaridad de tipo moral cometida en esta época.
Y suele expresarse así: Parece mentira que bien entrado ya el siglo XXI tengamos que ver cómo, aquí la lista se hace interminable, se compran y venden seres humanos, se subyuga a pueblos enteros, se prostituye a quien haga falta, se conciertan matrimonios infantiles, se condena a inocentes, se absuelve a culpables, se compran voluntades, etc., etc., etc.
Estoy convencido de que este tipo de pensamiento a existido en todas las épocas, repitiendo, generación tras generación, idéntica cantinela.
No me gustaría que se deslizase la idea de que tengo algo en contra del progreso tecnológico. No veo que sea de suyo perjudicial ni entiendo que tengamos que renunciar a sus ventajas. Personalmente lo celebro, no solo no estoy cerrado a él, sino que celebro con gusto sus ventajas, (si no fuera por él, lo que estoy escribiendo no os llegaría en las condiciones que hoy llega, y muy probablemente ni siquiera llegaría); ahora bien, no nos consideremos más listos ni mejores ni pensemos que el tiempo por sí mismo trae adelantos ni retrocesos; de la historia somos responsables los hombres, que somos los verdaderos agentes, no el tiempo.

Feliz y Dulce Día.

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