lunes, 2 de julio de 2018

Lunes 2 de julio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


Bueno pues, ya se han pasado las fiestas como un suspiro, y es ahora cuando tenemos la impresión de que empieza el verano, al menos en Pego. Ya puedo sentir que el pueblo está más tranquilo y por lo tanto más vacío, los pegolinos huyen hacia la playa.
No es que yo me quede por lealtad ni que exista en mí un código de honor que me impida abandonar el pueblo con la excusa del exceso de calor, sino que no tengo una esa segunda residencia donde por disfrutar del mar.
Es fácil que “lealtad” no sea la palabra adecuada para esta situación pues la solemos utilizar de diferente manera, pues la entendemos solo como el cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien. Pues mira por donde no estoy del todo de acuerdo.
Yo creo que la lealtad debe basarse en lo que es correcto y no solo en apoyar o defender a nuestro pueblo o a nuestros amigos. Si la lealtad nos aconseja hacer lo que sabemos que está mal, o nos hace acomodarlo, ser cómplice de ello, entonces esa lealtad es falsa y no tiene fuerza ni peso moral. Podréis pensar que entonces estaré traicionado a mis amigos o a mí pueblo pero la verdadera traición consistiría  en ignorar alegremente las fallas morales de un amigo o de mi pueblo.
En fin, un año más demostrare que se puede pasar un verano en Pego sin “secarse” en el intento.

Feliz y Dulce Día.

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