jueves, 26 de julio de 2018

Jueves 26 de julio de 2018.

“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)


Veo que hoy día de San Joaquín y Santa Ana tendré que continuar con el tema de ayer, los comentarios con diversas opiniones no cesan y debo ir aclarando mi idea.
No estoy poniendo en duda que en la medicina ni en la comodidad de nuestras ciudades, la informática o la robótica, etc. hayamos conseguido cotas de bienestar muy altas, pero habría que ver qué denota mayor capacidad intelectual, si la consecución de los actuales niveles de confortabilidad y el hecho de poder dar soluciones a los problemas prácticos cotidianos, o, por el contrario, la sabiduría preventiva por la cual el hombre impide que surjan problemas nuevos y mayores.
Valgan como ejemplo campos de acción tan prácticos como la medicina y la cirugía. Es verdad que hoy curamos más y mejor nuestras dolencias y que se pueden hacer intervenciones quirúrgicas inimaginables hace solo unas décadas, pero también es verdad que somos incapaces de erradicar patologías que se nos hacen resistentes y además, dada la proliferación de enfermedades que no cesan de surgir y aumentar, cabe pensar si tal vez no estaremos curando por una parte y generando nuevas enfermedades por otra.
¿O es que este progreso acelerado del que tan ufanos nos sentimos no pasa factura?, ¿nuestros usos y costumbres actuales, los artefactos informáticos, los nuevos materiales, los cada vez más sofisticados productos químicos e industriales, los que proceden de la manipulación genética… son completamente inocuos? ¿Hay alguna manera de distinguir si todo esto son avances o no son avances?
Como resulta difícil de saber, hay que preguntarse por el resultado global. En mi opinión, la cuestión ecológica es un buen test para determinar si el balance final es progreso o no es progreso, o si lo que llamamos progreso de verdad merece la pena. Hay que preguntarse, en consecuencia, por el estado del planeta. A base de explotar nuestra inteligencia práctica, esa que se dirige a resolver los problemas cotidianos, ¿el planeta está mejor o peor?, ¿es más o menos habitable?, ¿la Tierra actual está más o menos sana que en siglos pasados?, ¿más o menos hermoseada?
Interesantes van ha ser las respuestas que dejo en el aire pues voy a intentar llegar a tiempo para el almuerzo y aun tengo que hacer algunas cosas que no puedo aplazar.

Feliz y Dulce Día.

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