“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la
muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)
Buena noche la de ayer para reflexionar,
estuve un largo rato observando la luna y como fue cambiando de color, y me dio
por pensar que como humanos, tenemos la capacidad de conocer cosas que tienen características
sensoriales: color, sonido, forma, movimiento, etc., y eso es todo. Sin embargo,
elementos como lo correcto y lo incorrecto o lo bueno y lo malo no tienen estas
características.
Podemos saber que el asesinato
es sangriento dado que podemos ver la sangre y analizarla. No obstante, no podemos
advertir que el asesinato es incorrecto por un tema de color ni por cuánto pesa
ni por un análisis químico.
Y es a partir de aquí donde
surgen las preguntas; si podemos conocer lo que es correcto o incorrecto, lo
que es bueno o malo, ¿por qué hay tan poco consenso acerca de estos temas? ¿Por
qué algunas personas sostienen que el aborto está mal en tanto que otras dicen
que está absolutamente bien? ¿Por qué algunas personas afirman que los animales
tienen derechos mientras que otras dicen que eso no tiene ningún sentido? ¿Por
qué algunos condenan al terrorismo yihadista en tanto otros mantienen que
cortar gargantas cristianas es un deber religioso? Etcétera.
Y aquí empieza mi problema,
pues aquellos que creemos que sí existe algo así como el conocimiento moral nos
afligimos al enterarnos que hay muchas personas que son escépticos morales.
Porque, ¿no es lógico que esto los lleve a la conducta inmoral? Si no
pudiéramos saber que X es correcto o incorrecto, ¿no nos sentiríamos libres de
hacer X aun si es extremadamente malvado?
Se me dice; “no te preocupes”,
pero si las convicciones morales no están basadas en el conocimiento, lo deben
estar en los sentimientos ya que no hay una tercera posibilidad. Sin embargo,
¿qué sentimientos? Y entonces se me contesta, los de compasión; los humanos
somos animales compasivos por naturaleza. Nos duele ver sufrir a otras personas
o animales. Queremos aliviar su dolor, obstaculizar sus causas; y si el origen
resulta ser otro ser humano, deseamos impedir la acción de este último.
Se llega entonces a la conclusión
que si mi moralidad está basada en la compasión, seré una buena persona. No
solo me abstendré de infligir sufrimiento, sino que aliviaré el de los otros.
Estaré del lado de las víctimas, el de los desamparados.
¿Cómo podría una persona
compasiva no defenderlos?
Si la moralidad se debe basar
en el sentimiento, ¿por qué tiene que ser la compasión? ¿Por qué no puede ser,
por ejemplo, el enojo o la paranoia? ¿Por qué no puede ser el odio a los judíos
o a los negros o a los extranjeros ilegales o a las personas pobres o a los
capitalistas o a los sacerdotes o a las personas con quienes se tienen
desacuerdos filosóficos? Si una muchedumbre enojada me ve a mí sufrir, ¿estáis
seguros de que reaccionará de manera compasiva? Durante la Alemania de Hitler,
la Rusia de Stalin o la Revolución Francesa, ¿cuánta compasión sintió la multitud
de espectadores mientras veían rodar las cabezas de sus compatriotas?
Nada puede ser más peligroso
que creer que la naturaleza humana es buena en esencia.
Feliz y Dulce Día.
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