“¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la
muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos.” (J.R.R. Tolkien)
Como todo parece indicar que
se nos acercan unos días de un intenso calor, voy a ir preparando en ambiente,
empezare por calentarlo con algún tema bastante candente. He encontrado muchas cuestiones
para la controversia que me pueden servir.
He estado estos días
averiguando, buscando, los derechos de quién están protegidos en nuestra
sociedad, y me he encontrado que tenemos un grave dilema: ¿Cómo hace nuestra
sociedad para actuar de mediadora entre los intereses enfrentados de
diversas personas?
Hay mucha retórica en nuestro
mundo moderno sobre la protección de los derechos humanos e incluso de la
libertad de las personas, pero ¿qué sucede si una persona o grupo desea hacer
algo que se opone directamente a los valores o intereses de otras
personas? ¿Cómo decide la sociedad quién
"está en lo cierto" o qué "libertad de elección" va a
proteger?
Interesantes preguntas, veamos
algunos ejemplos de debates morales que se presentan en la actualidad: ¿Tiene
derecho a vivir un bebé que está en el vientre de su madre? ¿Tiene una madre el derecho de abortar a su
bebé? ¿Tiene derecho el dueño de una
empresa a decir públicamente que él cree que el matrimonio es entre un hombre y
una mujer? ¿Tiene derecho una persona
homosexual de la comunidad a ser protegida de las manifestaciones públicas que
él o ella consideran como "incitación al odio"? ¿Tienen derecho las mujeres a recibir
anticonceptivos por medio de la Seguridad Social, incluso si trabajan para la
Iglesia Católica? ¿Tiene la Iglesia el
derecho de ceñirse a sus enseñanzas morales y de no repartir anticonceptivos a
sus empleados?
¿Cómo determina una sociedad como
la nuestra qué libertad de elección va a salvaguardar y cuál va a coartar? En
una cultura que no tiene referencia al bien común, que no tiene una visión
compartida sobre lo que es una buena vida para el hombre, estas preguntas no se
resuelven de manera justa.
Estos temas continúan
debatiéndose y están a disposición de cualquiera de nosotros. Los grupos se
organizan para protestar. Los estrategas
intentan influenciar la opinión pública.
Se asumen compromisos y algunos deberán renunciar a más cosas que
otros. Sin embargo, hay algo claro en el
proceso: no se protegen los "derechos" de todos. Al final, la mera determinación sobre qué son
los derechos humanos y qué derechos y de quién se protegen, es algo completamente
arbitrario.
Feliz y Dulce Día.