viernes, 16 de marzo de 2018

Viernes 16 de Marzo de 2018.



Viernes 16 de Marzo de 2018.
“En un mundo superior las cosas no acaecen así, pero acá abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado frecuentemente”. J.H.N
Muy bien Jesús, como dices hay mucho de que hablar y que donde mejor se habla es en un buen almuerzo, así que después de las Fallas intentaremos organizar alguno.
Aunque ahora que lo pienso, después de un día tan pesado como el de ayer con todo el día con las pensiones y con la prisión permanente revisable, lo mejor seria almorzar y por unas horas olvidarnos de todos estos problemas y disfrutar de la buena compañía, tan necesaria por otra parte.
Pero, por si saliesen estos temas voy adelantar un poco mis ideas. Hace días ya dí mi opinión más o menos sobre lo de la prisión permanente revisable así que terminare con lo de las pensiones que es lo que tenemos más cerca, sobre todo por edad.
Os decía ayer que tres son las bases que por lo menos nuestros políticos deberían de respetar a la hora de hablar de pensiones, es decir, la verdad, la solidaridad y  por supuesto con justicia.
Vamos allá, yo necesito que nuestros políticos  actúen con la verdad, lo cual les exige una perfecta correspondencia entre lo que afirman y la realidad. Así que voy a recordarles algunas cosas.
Uno de los objetivos del Pacto de Toledo fue evitar que las pensiones se convirtieran en un arma arrojadiza contra el adversario político, generándonos miedo e inseguridad, con el objetivo de ganar votos. Para ello, les recuerdo que todos los grupos políticos acordaron, en sede parlamentaria, el mantenimiento del actual modelo de pensiones: público, de reparto y redistributivo. Y también acordaron la necesidad de realizar ajustes para asegurar su sostenibilidad futura. Esto lo deberían recordar todos los responsables políticos.  
Otra cosa es la solidaridad, todos los políticos de este país deberían de saber lo que esto supone, supone la interdependencia entre personas y territorios y ésta es la función de nuestro sistema de pensiones. Técnicamente, es un modelo de reparto, en el que con los ingresos de cada ejercicio se financian los gastos de ese mismo ejercicio. O lo que es lo mismo, con nuestras cotizaciones, no compramos nuestra pensión, sino que financiamos las pensiones de los que han salido del mercado de trabajo, y que previamente fueron solidarios con nuestros abuelos y bisabuelos. Nosotros, con nuestras cotizaciones, realizamos un ejercicio mensual de solidaridad entre personas, generaciones y territorios, y lo hacemos en la confianza de que también lo hagan con nosotros.
El tercer principio es la justicia, la verdadera justicia no es una convención humana, va más allá de las leyes, y está determinada por el respeto a la dignidad de la persona. Sólo se logrará si las decisiones públicas se toman teniendo como horizonte el logro del bien común, como fin y criterio regulador de la vida política. Por ello, el centro de la acción política debe ser siempre la persona. Esto exige, entre otras cosas, que nosotros cuando seamos pensionistas dispongamos de unos recursos suficientes que nos permitan vivir con dignidad. Por ello, la actualización de las pensiones no puede ser igual para todas ellas.
Deberíamos reflexionar sobre si en la reforma de las pensiones y en el debate que la acompaña se están respetando estos principios imprescindibles en una democracia real.
Terminaría con una propuesta, pero no tengo tiempo, mañana tal vez si veo que es necesario echarles una mano a los políticos lo intentare. O, me la guardare para el almuerzo.
Feliz y Dulce Día 

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