jueves, 29 de marzo de 2018

Jueves 29 de Marzo de 2018.

Jueves 29 de Marzo de 2018. 


¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a la vez- dijo Bilbo.  (El Hobbit, J.R.R. Tolkien) 
Tal vez sea por los temas de actualidad en España, pensiones, “prosés”, corrupción y ahora los presupuestos que estoy dejando de lado algunos temas que tienen su importancia y que no reflexiono como debiera.
Por cierto la temperatura en mi balcón no se cual será, pues al estar en el Grau de Gandia solo os diré que ahora aquí en mi ventanal hay una temperatura de 17,1 grados y la gran posibilidad de que hoy haga un día espectacular. 
Los temas que debería de tener un poco más en cuenta son los de Facebook y el problema con Rusia. No son temas menores, pues los que tenéis un perfil en cualquier red social estáis seguramente desprovistos de privacidad. 
Yo, solo tengo el whatsapp y el blog, y doy por sentado que toda la información que pueda dar en ellos, ya no me pertenece solo a mí y a vosotros sino a toda la red. Pero el caso de la venta y utilización de toda esa información para sacar un rendimiento económico y político es algo bastante diferente. 
Tengo pues que repensar a qué retos se enfrenta nuestro derecho a la intimidad, nuestro derecho a la información y a nuestra participación política. 
Esta claro, en Facebook no hay intimidad. Como en ninguna de las redes sociales. Todo el gran esfuerzo jurídico, construido durante años para poner a salvo los datos de los usuarios, se ha venido abajo. Las excusas de Zuckerberg y sus promesas de hacer más visibles y explícitos los consentimientos de las aplicaciones que manejan información personal no han servido absolutamente para nada. Todos sabemos que, de momento, no hay barreras. 
Habrá buenas palabras, pero de momento, pocas soluciones. Las prácticas de las redes sociales, no solo la filtración de datos, son un asunto político de primera magnitud. 
La dificultad esta en que tenemos la impresión que todas las redes sociales son gratis, salvo que quieras hacer publicidad, y unido a la fascinación que nos provocan nos enganchamos a ellas. ¿Pero gratis? ¿Realmente gratis? Pues no. 
Desde siempre las mercancías han costado dinero, y aquí la mercancía somos nosotros que desvelamos y mostramos en cada foto, con cada like y con cada comentario damos a conocer nuestro yo más íntimo, nuestro yo en relación con los “amigos” reales o virtuales. Nosotros somos la mercancía más preciada porque nos “vendemos” a nosotros mismos. 
A cambio de estar conectado, nosotros facilitamos que la publicidad que nos hacen llegar sea más invasiva, más directa de lo que podamos llegar a concebir, por lo que somos más fáciles de controlar. 
En fin, un asunto más al que hay estar atento. 
Feliz y Dulce Día.

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