Lunes 26 de Marzo de 2018.
¡Buenos días! Dijo Bilbo. ¿Qué quieres decir? Preguntó Gandalf, ¿Me
deseas un buen día, o quieres decir que es un buen día, lo quiera yo o no; o
que hoy te sientes bien; o que es un día en que conviene ser bueno? -Todo eso a
la vez- dijo Bilbo. (El Hobbit, J.R.R. Tolkien)
Con las prisas de ayer tal vez
no quedó claro lo que quería decir, me refería por ejemplo; a la situación en
la que el asistente o artesano de un hombre rico en vez de entretenerse
mezclando un nuevo y original veneno para los Medici o labrando una daga
exquisita para los objetivos políticos de los Medici, se aburre en una fabrica
haciendo un determinado tipo de tornillo, que encaja en una lamina que no ha
visto, que sirve para montar una pistola que nunca verá. Qué se disparará
durante un combate del cual nunca tendrá noticia, y sobre cuyas circunstancias
concretas sabe todavía menos de lo que sabía el canalla renacentista sobre los
fines del veneno y la daga.
En resumen, que el problema
del capitalismo es que es indirecto. Todo se retuerce hasta las cosas que
deberían ser rectas. Por eso es tan complicado unir democracia con capitalismo
pues es muy complicado saber realmente lo que votamos y cuales serán sus
consecuencias.
Pero bueno, es lo que tenemos,
en mi balcón 11,5 grados que son un buen principio para esta semana numero
trece de este 2018, y además quisiera añadir que en nuestro capitalismo que es
el sistema más complicado de todos, intentamos aplicar la idea más sencilla que
existe. La democracia, una idea simple hasta la medula, ha sido aplicada inútilmente
a una sociedad enmarañada hasta la locura. No es sorprendente que una idea tan
visionaria se haya desvanecido de nuestro entorno.
A mí me gusta la idea democrática,
pero tiene que haber de todo en este mundo. Y de hecho hay personas, que pasean
tranquilas bajo la luz del sol, a las que parece gustar el entorno.
Por cierto, viendo ahora las noticias
algo tendré que decir mañana del “proces”.
Feliz y Dulce Día.
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