martes, 25 de febrero de 2025

¡¡¡Muy buenos días, amigos!!! 25/02/25

     ¡¡¡Muy buenos días, amigos!!!

Está siendo una distracción bonita, esta de hablarle a ese yo de hace 20 años, y lo es porque me doy cuenta de todo el camino que he recorrido hasta llegar hoy, también lo es porque si algo le está sirviendo a este Vicent del presente es un sentimiento de agradecimiento, por todo lo bueno que he recibido en estos veinte años.

Pero, hoy voy a dejar tranquilo a mi otro yo, se jubila mi gran amiga Tere y no puedo resistirme a decirle algunas cosas sobre la jubilación.

Sí. Jubilada por lo civil, que no para lo vivir, porque un servidor lleva ya unos pocos años jubilado y sabe lo que dice.

¿Y cuál es la diferencia? Por lo civil, eres un trabajador más, que lleva cotizando muchos años y que a partir del día de hoy tiene derecho a jubilación y pensión correspondiente. Como todo el mundo. Otra cosa, aquí viene lo interesante, es que, sintiéndote con la salud de un roble, tienes que seguir al frente de tu familia y de tu vida. No es tan complicado.

Una de las cosas buenas con las que nos encontramos los jubilados es que tenemos memoria y tiempo para convertirla en experiencia y lo que hemos vivido en enseñanza. Si no utilizáramos esta ventaja seríamos cómo unos niños incapaces de progresar y de aprender.

¿Qué es progresar si no perfeccionar lo que se sabía y aumentar lo que se tenía? Pero sin memoria no habría nada que mejorar y estaríamos obligados a empezar todo de nuevo en cada ocasión. Creo recordar que fue Bernardo de Chartres, un sabio medieval, quien dijo: “que un enano ve mejor si se encarama en los hombros de un gigante” y es verdad. Pero si no tuviéramos memoria, donde nos tendríamos que subir.

Si lo pensamos un poco nos encontraremos con que la memoria es como un disco duro en el que guardamos lo que ya sabemos para desde ahí ir en busca de lo que nos falta saber.

Tenemos un disco duro lleno de información y ahora una vez jubilados es el mejor momento para utilizarlo.

En otras palabras, el progreso existe porque existe la memoria¿Habéis pensado en ello? Hay quienes dicen, sobre todo últimamente, que la memoria es retrógrada porque vive del pasado; yo creo, por el contrario, que la memoria es eminentemente progresista. Si no fuera por ella tendríamos que recomenzar cada vez todas las cosas.

Gilbert K. Chesterton escribió en su libro “Lo que está mal en el mundo” que nada hay tan poco práctico cómo los hombres prácticos, pues éstos están habituados a que las cosas funcionen bien, pero que nada pueden hacer cuando éstas lo hacen mal. Escribió: «Si un aeroplano sufre un ligero desperfecto, un hábil mecánico puede componerlo. Pero si está gravemente dañado es probable que algún viejo profesor distraído, de pelo canoso, tenga que ser sacado de alguna universidad o de algún laboratorio para analizar la avería. Cuanto más complicada sea la rotura, tanto más distraído y canoso tendrá que ser el teórico que se necesite para repararla».

Así es, en efecto: un técnico sabe el cómo, pero el profesor sabe el porqué: he ahí la diferencia. Nosotros ahora jubilados tenemos la posibilidad de saber el porqué de las cosas

Bien, voy a terminar. Si lo que nuestra sociedad quiere es construir cualquier futuro, haremos muy bien prescindiendo de los jubilados; pero si lo que queremos es un futuro progresista, es decir, un futuro que no sea una mera repetición de lo pasado, entonces los necesitamosy cuanto más progresista queramos el futuro, tanto más canosos deberán ser los señores que nos ayuden a construirlo.

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