lunes, 2 de octubre de 2023

¡¡¡Buenos días!!! lunes

 “Hay un motivo para usar algunas cosas y un motivo para destruirlas. Pero no lo hay para la moda actual de preservarlas y destruir su uso.” (G. K. Chesterton)  



¡¡¡Buenos días!!!

Existe una inquietud dentro de cada uno de nosotros que nos mantiene continuamente expectantes. Siempre he sentido esto, en esta vida te das cuenta con el paso de los años de que todo lo que alcanzamos es insuficiente, falta algo.  

Esa inquietud que no nos deja encajar tranquilamente en el ritmo de las cosas y que no nos deja estar plenamente en el momento presente porque quisiera estar en todas partes al mismo tiempo es, a fin de cuentas, nuestro mayor atributo.

Se trata de esa casi certeza de que lo mejor está por venir, como si supiéramos que hemos conocido algo mejor y estamos continuamente intentando volver allí. ¿Como intuir que existe algo mejor si no lo hemos conocido? ¿No es posible que nuestra Alma sí que lo haya conocido y haya estado allí y ahora esté intentando volver? Y si es así ¿cómo la podemos ayudar?

Supongo que al llegar aquí algunos estarán pensando que todo esto son imaginaciones que no llevan a ninguna parte, ideas imposibles, pero ¿Por qué? ¿Por qué no puede ser así?

Darse cuenta de que algo en nuestro interior nos está diciendo que no estamos bien en ningún lugar ni en ninguna situación demasiado tiempo y pensar que existe ese lugar o esa situación es una forma de interpretar la vida. No se trata sólo de una forma iluminadora que nos muestra el camino a seguir, sino también la única que es verdaderamente alentadora. Esta forma de interpretar la vida nos muestra también que tenemos un mundo bueno que hemos infrautilizado, y que no nos hemos enganchado simplemente en uno malo. Nos da a entender que las cosas malas proceden del uso equivocado del bien, y que puede ser solucionado.

Todas las demás formas de ver la vida no plantean sino una cierta forma de rendirse frente al Destino. Al interpretar la vida de esta forma nos encontramos con visiones más claras en muchas cosas sobre las que las éticas progresistas no tienen nada que decir. Por ejemplo, que la felicidad no es sólo una esperanza, sino una extraña forma de memoria; y que todos somos reyes en el exilio.

Podemos recordar y comentar la expresión de “lo mejor está venir” y veremos que nuestra vida no debe concentrarse en sí misma, buscando una imaginaria perfección pues está destinada a ir más allá y, los católicos sabemos que ese más allá está después de la muerte, porque la muerte es un paso. Nuestro lugar estable, nuestro punto de llegada no está aquí.

La vida es una iniciación para una realización definitiva. Y lo mejor está por llegar.

No hay comentarios: