martes, 31 de octubre de 2023

¡¡¡Buen y feliz martes!!!

 “Nunca he mantenido que todo lo medieval fuera bueno; son los fanáticos quienes han sostenido que todo lo medieval era malo”. (G. K. Chesterton)


¡¡¡Buenos días!!!

Una de las características que me parece interesante subrayar de los últimos años o mejor de las últimas décadas es la fuerza que están adquiriendo distintas ideologías en nuestra sociedad y que por supuesto lo hacen también sobre nosotros.  

Me voy a detener un poco para repasar que entiendo por ideología, la ideología es básicamente un conocimiento práctico, no teórico; ¿qué significa esto? Pues que lleva siempre a la acción y a la movilización, siempre se va a dirigir a realizar actos, a la toma de decisiones y a la dirección de conductas.

Otra cosa también interesante de las ideologías es que nunca van dirigidas hacia la persona aislada, sino para el hombre como una parte de la sociedad, porque se dirigen a organizar la convivencia entre las personas. Van a regular todo lo público por lo que siempre terminan en un programa de gobierno y en una ordenación de la sociedad.

Una ideología tiene prisa, siempre, en ponerse en práctica, lo que impide que se pueda hacer una reflexión tranquila y seria, el nivel de reflexión es siempre mínimo pues no intenta hacer pensar y reflexionar a las personas sobre ella sino lo que hace es dirigir su pensamiento anulando la posible reflexión. No va a tratar de formar la conciencia de una persona sino llevarla en una dirección determinada.

Hay que recordar que estamos en unos días donde la opinión de las personas tiene mucha importancia pues le damos mucha importancia a la libertad de expresión y nos olvidamos muchas veces de que las opiniones son el nivel más bajo de la verdad.

Con todo esto no estoy diciendo que una ideología no tenga ideas, no lo estoy haciendo, claro que tiene ideas, ya que se trata de un sistema de pensamientos más o menos elaborados. Ahora bien, se trata siempre de ideas muy elementales, muy genéricas y primarias. Si las miramos con un poco de atención veremos que son muy fáciles, siempre son simples y fácilmente publicitadas, de ahí que su expansión e implantación sean muy rápidas.

Una ideología no se desarrolla poco a poco, con tranquilidad, ni se estructura como hacemos siempre que queremos conocer bien una cosa. Ellas nacen y se extienden con todos sus contenidos perfectamente desarrollados, y en la gran mayoría de las ocasiones siempre son muy generales y extremos. Nunca se prestan a la reflexión ni toleran una opinión en contra.

Tenemos que pensar que en nuestra sociedad actual la opinión lo es todo y, curiosamente ahora se nos hace prácticamente imposible opinar sobre una ideología que nos estén imponiendo, incluso se da el caso que esa imposibilidad de criticarla se asegura con una ley que establezca legalmente cómo debemos de hablar, actuar y hasta pensar en todo lo que esté relacionado con ese tema en cuestión. Y, es ahora, cuando esa absoluta falta de libertad se da, ahora donde la libertad es una palabra talismán y la que representa mejor a nuestra sociedad. No exagero si digo que las ideologías que nos están imponiendo no son debatidas, sino afirmadas y, por encima de todo, vividas e impuestas.

Lo he dicho antes, las ideologías contienen ideas, pero son elementales, primarias y que conducen siempre a ideales extremos. Todas las ideologías saben perfectamente dónde quieren ir, tienen su objetivo bien definido y por eso nunca se pierden en aspectos secundarios, van únicamente a conseguir su objetivo.

En fin, el objetivo de estas líneas es reflexionar un poco sobre las ideologías y que cada uno de nosotros sea capaz de sacar sus propias conclusiones sin centrarse en ninguna en concreto. 

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