“Los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos” (G. K. Chesterton).
Ferrel --- Sao
Martinho do Porto.
Distancia: 43’71 km. Media: 12,40 km/h. Altura: 564 m.
Nada nuevo que
añadir en lo referente al recorrido, me refiero a la dureza, pues el paisaje
nada tiene que ver con lo complicado que resulta transitar por él, al menos en
el sentido norte.
Hoy como será
habitual en los próximos días, poco kilómetros, lo que me permite hacer un poco
de turismo. Y aconsejo pasarse por la villa de Óbidos pues su castillo es
impresionante y el pueblo merece un paseo por sus empedradas calles, que por
cierto no le gustan nada a la bicicleta. Basta escribir Óbidos en un buscador y
veréis lo interesante que nos puede resultar.
Supongo que la mayoría
de los que están leyendo esto tienen acceso a internet por no decir todos de
ahí que me atreva a prescindir de dar más explicaciones. En las últimas décadas
y los últimos años de una manera acelerada, hemos dado un salto en el uso de la
tecnológica que nos ha ofrecido comodidades que, para muchos, en nuestra juventud,
aún eran ciencia-ficción. De golpe, hemos accedido al mundo en un bolsillo. Nos
hemos acostumbrado y hemos descubierto lo cómodo que es.
No tengo la menor
duda de que estamos abocados a una dictadura tecnológica. Y el cepo nos lo
hemos puesto nosotros solitos. Ya hemos asumido como normal la dinámica de estar
siempre actualizando nuestros móviles o nuestras aplicaciones bajo la amenaza
de que lo que tenemos deje de funcionar.
Me temo que un
principio básico que han tenido las economías occidentales, que era el de la
defensa de la competencia, lo estamos perdiendo por vía de hechos consumados. Y
la prueba de que esto no va en buena dirección es el enriquecimiento brutal y
muy rápido de una minoría. ¿Quién controla instituciones globales, si nuestros
gobiernos no son capaces de ponerse de acuerdo ni para las emergencias locales?
Lo peor es que aquí no hay enemigo visible. Son corporaciones lejanas,
intangibles, dispersas y globales.
Esto da miedo.
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