“Los cuentos de hadas superan la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que pueden ser vencidos” (G. K. Chesterton).
Caminha ---
Nigran.
Distancia: 49,60
km. Media: 14,08 km/h. Altura: 450 m.
Hoy he
regresado a España, es la primera vez que entro en mi país en bicicleta,
siempre he regresado por otro medio. He sido recibido con todas las últimas
noticias, pues hacia días que no seguía la actualidad, no es que me las hayan
puesto delante sino que ha sido curiosidad por saber si había pasado algo
interesante en mi ausencia.
He repasado los
medios que suelo seguir para estar informado y rápidamente me he hecho la
pregunta de si; ¿Está en crisis el periodismo? Hay mucha gente que piensa que
sí. Pues se piensa que las redes sociales son la causa de la enfermedad del
periodismo clásico. Y, en parte, parece que algo de eso hay. Demasiadas veces
hoy se confunde en el periodismo la información contrastada con la opinión.
Vuelvo a la
pregunta inicial. ¿Está en crisis el periodismo? La respuesta parece que
debería ser sí. Sin embargo, últimamente vengo pensando que quizás es justo en
estos días cuando empieza a perfilarse con más claridad cual puede ser el papel
de los periodistas, de los buenos periodistas, en esta sociedad tan bien comunicada.
Porque la única alternativa no puede ser que si queremos saber de algo tengamos
que estudiar un libro sobre el tema (suponiendo que lo hubiera).
Necesitamos
información cotidiana, accesible, y amplia, pero veraz y profunda.
Cada vez soy
más consiente de que estoy desinformado. Por más que busque, de muchos temas
solo veo titulares, hashtags, virales, y declaraciones de unos u otros
protagonistas, pero falta análisis, profundidad y la capacidad de relacionar
las piezas. Al final, parece que siempre se me escapa algo. ¿Qué es ese algo?
Ahí es donde podrían entrar los verdaderos periodistas. Personas dispuestas a
perseguir la información, a negarse a la alineación con una única ideología,
sea la que sea. Gente que tenga un rasero (el mismo) y no dos o más en función
de los protagonistas. Gente capaz de contar de verdad qué está pasando,
desmenuzar los intereses en juego, y servir a la justicia, sin olvidar nunca la
humanidad y la compasión tan necesarias.
En estos días
que vamos a unas nuevas elecciones es un buen momento para ese nuevo periodismo.
Uno que se comprometa, con pasión, con la verdad.
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