"Nuestra perfección no consiste en hacer cosas extraordinarias sino en hacer perfecto lo ordinario” – Gabriel de la Dolorosa.
Sisargas --- Oleiros.
Distancia: 53,35
km. Media: 13,39 km/h. Altura: 678 m.
Hoy he conseguido dejar
atrás a La Coruña, he seguido con mi plan de no cruzar, si es posible, ninguna
ciudad grande, así que la he rodeado. Ya se que de esta forma me dejo muchas
cosas interesantes por ver, pero ya lo habré comentado en alguna ocasión, el
objetivo es el perímetro de la península Ibérica por la costa y las visitas turísticas
las dejo para otra ocasión.
Cruzar una gran ciudad
siempre me parece complicado, los semáforos, los pasos de peatones y sobre todo
las veces en las que me pierdo son principalmente los motivos por lo que las
evito, más que el trafico con el que me pueda encontrar pues me muevo con
facilidad rodeado de automóviles.
No se trata del miedo al
trafico ni a las aglomeraciones que se dan en todas las grandes ciudades,
supongo, pues muchas veces las personas nos negamos a reconocer que tenemos miedo,
es como si tuviéramos miedo a tener miedo. Es el miedo al miedo. Tengo miedo a
muchas cosas sin embargo un miedo que muchas veces no detecto es el de negarme
a aceptar que lo tengo.
Por mucho que me anime diciéndome
que no tengo miedo, que no hay que tener miedo, que no voy a tener miedos eso
es mentira. Y es verdad, claro que tengo miedo. Tengo miedo a no haber discernido
bien el viaje que estoy realizando, a que no lo pueda finalizar, a que me
fallen las fuerzas, a que mi salud no resista tantos días y kilómetros. Tengo miedo,
y no pasa nada, el miedo es humano. El miedo me ayuda a buscar seguridad. El
miedo me mueve a ser más objetivo en mis intuiciones. Es el miedo el que me
impulsa a vencer el miedo.
Sin embargo, ¿pueden los
cicloturistas tener miedos al viajar? ¿No es eso dudar de uno mismo? En no
pocas ocasiones he convertido un viaje en un mito bucólico de un héroe que lo
logra alcanzar su objetivo convirtiéndose en el más feliz del mundo. Esto se me
cuela más veces de lo que pienso y estoy seguro de que me hace bastante daño, pues
me convierte en una persona con pies de barro. Ciertamente, hablar de héroes
para referirme a los ciclo-viajeros, más allá del recurso literario, es
notablemente peligroso.
Un héroe es valiente,
aguerrido, no duda, y por supuesto no tiene miedo. ¿Por qué no me permito tener
miedo? ¿No me estaré exigiendo una perfección poco realista?
Todos tenemos miedo, eso
no nos puede asustar. Cada uno tenemos nuestros miedos concretos. Nadie nos
dijo que no podamos tener miedo. Miremos con valentía nuestro miedo, así
podremos superarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario