martes, 27 de junio de 2023

Sagres --- Aljezur. 25/06/23

 “El hombre ha de tener la suficiente fe en sí mismo para emprender aventuras, y dudar de sí mismo lo suficiente para disfrutarlas” (G. K. Chesterton)

 Sagres --- Aljezur.

Distancia: 52,58 km.

Media: 13,94 km/h.

Altura: 474 m.

Hoy he cambiado de dirección, por unas semanas voy a estar dirigiéndome al norte.  Desde hoy el sol me acompañará, siguiéndome desde mi derecha hacia la izquierda, puede parecer poco significativo pero después de casi un mes con la rueda delantera de la bicicleta rumbo al oeste, ver la situación del sol en un lugar diferente durante toda la mañana se me ha hecho extraño.

Son pequeños detalles que hacen que incluso el paisaje se vea distinto, curiosamente la inclinación de los pinos ha cambiado, y es que estoy empezando a “subir”. El océano Atlántico ya se muestra en toda su inmensidad, al otro lado solo esta América.

Son muchas las horas del día en que lo veo a mi izquierda, no tantas de frente, pero me impresiona el vasto océano cuando lo miro intentando averiguar si sube o baja, impresiona ese horizonte sin límites, sin orillas, infinito e incierto. Ese océano profundo e inmenso. Me impresiona su color cambiante, su lenguaje confuso. Su silencio y su ruido. Su color esquivo, ahora azul, luego verde y oscuro, tal vez casi negro. Me impresiona la inseguridad de lanzarse mar adentro.

Tiene el océano ese poder de atracción que me cautiva. Y al mismo tiempo tiene una verdad que me devuelve reflejada la imagen de mí mismo. Me gusta quedarme mirándolo y por suerte en este viaje lo puedo hacer casi todos los días. Es cierto que tranquiliza y calma, sin embargo si estoy mucho tiempo termina por entristecerme, no es mi mar. Las puestas de sol son igual de impresionantes que los amaneceres en el levante español, pero no es lo mismo, aquí se nos termina el día y allí comienza, aquí vamos hacia la noche y allí hacia el día, aquí hacia la oscuridad y allí hacia la luz.

Ya se que a mucha gente le gusta más el atardecer que el amanecer, sin embargo creo que la causa puede encontrarse en que nos cuesta madrugar, es más difícil ver amanecer, no vemos muchos.

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