“El hombre ha de tener la suficiente fe en sí mismo para emprender aventuras, y dudar de sí mismo lo suficiente para disfrutarlas” (G. K. Chesterton)
Rota --- Doñana
Distancia: 75,52
km.
Media: 11,36 km/h.
Altura: 163 m.
Día de playa y
mucha arena, playa porque he recorrido los 30 kilómetros que separan Sanlúcar
de Barrameda con Matalascañas por la
playa, y he podido pedalear con mucho esfuerzo hasta los últimos 4 kilómetros
donde la marea había subido lo suficiente para llevarme a donde la arena no
estaba tan dura, con media hora antes que hubiera empezado hubiera sido
bastante.
Pero las cosas
suceden como suceden, la marea baja era a las 10:35 horas, sabía que tenia que
empezar a pedalear una hora antes, pero la barcaza que cruza el río lo hizo a
las 09:30 horas, así que comencé sobre las 10:00 horas.
Tengo que decir
que aunque la bicicleta, ella desplazaba bien, era mi peso lo que lo hacia que
se hundiera, las bicicletas de montaña circulaban, sin alforjas, sin problema.
En fin una experiencia que me ha gustado experimentar, también es verdad que
todo estaba a mi favor, buen clima y el viento a favor.
Por la tarde
cometí el error de querer cruzar la parte del Parque de Doñana que me separaba
del camping, y aquí si que tuve que empujar, los caminos están con el suelo
arado, lo que hace que la bicicleta no se pueda mover, seguramente no acerté
con el recorrido. Además esta todo vallado y muchos caminos cerrados con
candado. Me dio la impresión de haberme metido en una propiedad privada,
completamente cerrada.
Entre el primer
paso, que es acercarte y ver lo que sucede, y el tercer paso, que es actuar
correctamente para que todo el recorrido este en condiciones, hay un segundo
paso intermedio esencial: discernir y elegir. Una prueba es siempre para
distinguir un camino que es posible que nos salga bien y otro que no nos lleva
a ningún lado o nos hace retroceder. Si tenemos las cosas claras, podemos elegir
mejor el primero.
Para el segundo
paso, el de discernir y elegir, no solo necesitamos estar abiertos a nuestras
condiciones y nuestra realidad, sino también tener un fuerte conjunto de
criterios que nos muestren como elegir. Necesitamos también un buena capacidad
para la reflexión y el silencio, necesitamos algún lugar donde refugiarnos de
todas las prisas y urgencias. Con estas armas, podemos leer los signos de lo
que se nos pone delante y optar por un camino que nos vaya bien. Una crisis es
casi siempre resultado del olvidar quiénes somos, y el camino para avanzar
implica recordar nuestras raíces.
En fin, a veces
cometemos errores por no parar, pensar y actuar conforme a lo que sabemos y
podemos averiguar.
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