“El hombre ha de tener la suficiente fe en sí mismo para emprender aventuras, y dudar de sí mismo lo suficiente para disfrutarlas” (G. K. Chesterton)
Agua Dulce --- La Curva.
Distancia: 61,95
km.
Media: 16,21 km/h.
Altura: 306 m.
Un buen día de
ciclo-turismo, aunque de turismo suelo hacer poco, pero el paseo en bicicleta
se ha visto acompañado de un fuerte viento de espalda, que nos ha permitido
subir con más comodidad y sobre todo llanear mucho más rápido de lo habitual en
nosotros.
Lo habitual
suele ser no sobrepasar los 15 km/h de media y cuando estoy por encima es que
el recorrido ha sido muy favorable. Hoy ha sido un día muy favorable, aunque
con poco turismo.
Ya sabéis que
no soy muy buen amigo de hacer fotografías, ni de los selfies, tampoco busco la
mejor foto para subirla a las redes, soy más partidario de experimentar
sensaciones ante lo que me voy encontrando y guardarlo dentro de mí, en mis
recuerdos. Y luego, de vez en cuando me viene a la cabeza la pregunta: ¿Qué me
queda de esto?, ¿tiene sentido viajar así?
Hoy en día
tenemos la suerte de poder viajar, conocer otras culturas y países; pero, si
recordamos veremos que en muchas ocasiones solo consumimos turismo. A veces delante
de un impresionante paisaje solo buscamos el mejor selfie, lo que nos esta
obligando a recordar esos lugares a través de las pantallas.
Sin embargo,
quizás, alguna vez cuando viajemos deberíamos atrevernos a cerrar nuestras
cámaras y conectarnos con nuestro interior para preguntarnos ¿por qué viajo?
El viaje
cambiaría radical y sencillamente si todas las noches fuésemos capaces de sacar
un rato para pararnos a poder leer tranquilamente el día recorrido descubriendo
toda la novedad que hayamos vivido.
Porque quizás
viajar consista simplemente en tratar de ir disfrutando y descubriendo el
maravilloso mundo que nos ha puesto delante. Por eso, desconecta el wifi del
móvil y conéctate a lo importante ¡No viajes para hacer check, viaja para
crecer!
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