“Dicen que los viajes ensanchan las ideas, pero para esto hay que tener ideas” (G. K. Chesterton)
Si estuviste por un momento leyendo lo que escribí
ayer, es posible que después de terminar, si es que llegaste al final, llegaras
a la conclusión, bastante acertada, de que debo ser de las personas más tontas
de este mundo.
Y esta es una melodía que suelo intuir cuando se me
quiere convencer de mí supuesta bobada cuando, como ayer, intento explicar un
poco con miedo, esas cosas a alguien. Es fácil, por qué no, que se me pueda
considerar un necio, pero eso no significa que lo sea. Y no lo soy, estoy
convencido de ello.
Si una gran mayoría de esta sociedad no me entiende
o no entiende a los cristianos que no nos entienda, si se nos ríe que se nos
ría; pues la reacción del que no conoce del que ignora siempre es la misma: reírse
y burlarse de lo que ignora, pero no me debo dejar ni nos dejemos contagiar por
esos argumentos: sepamos quiénes somos y qué argumentos se han puesto en
nuestras manos.
A nosotros se nos ha dado a conocer un camino que
ya quisieran los más poderosos para sí, se nos ha dado a disfrutar con cosas
que muchos ansían entender. ¿Qué es eso de achicarnos ante unas risas?
Después de escuchar a todos y pensar en todo ello
hay que pasar a la acción. Y vuelvo a la pregunta de hace unos días ¿Qué
podemos “hacer” para cambiar este mundo? Cuando se piensa en este gran proyecto,
¡nada menos que cambiar este mundo!, parece que habría que acometer acciones
espectaculares. Pues no. No creo en el mesianismo grandioso porque ya sé rechazó.
Las soluciones espectaculares no son eficaces, mejor
dicho, son anti eficaces no van a convencer a casi nadie, pertenecen más al
espíritu de la zanahoria colgada del palo. Las grandes y espectaculares
acciones son en las que pone el acento los grandes medios. Si esta sociedad la
tenemos que arreglar nosotros (y si no ¿quién?), y nosotros somos lo débil de
este mundo, lo que no cuenta, solo podemos pensar en acciones que puedan ser
emprendidas desde lo que somos.
Por eso termino por hoy con otra pregunta ¿qué
somos? Y la respuesta ya será otro día, ahora hay que aprovechar este día de primavera
que nos presenta este duro invierno.
Buenos Días.
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