“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos
creer.” (J.H. Newman)
Ayer fue un día muy intenso
pues coincidían varias celebraciones y algunos hechos políticos de cierta
importancia, fue un día de muchas declaraciones y entre tantas opiniones
vertidas me di cuenta que no tenemos lideres, note una ausencia de lideres, de
personas que puedan ser un referente.
¿Tenemos buenos líderes en
política? Ante esta pregunta se podría decir que tal como van las cosas en este
país nuestro, no los hay. Al menos no encuentro a personas que sean respetados
por todos, con capacidad de tender puentes, buscar consensos, acercar posiciones,
evitar conflictos.
Lo que veo por todas partes es
que lo que tenemos son políticos ambiciosos que convencen a los ya convencidos
y desagradan a los no convencidos de sus propuestas (por cierto, propuestas muchas
veces irrealizables). Este tipo de liderazgo, suele terminar convirtiéndose en
dictadura. Así la política se reduce a una búsqueda del poder, de todo el poder.
Un líder, según mi pobre opinión,
es una persona capaz de influir en los demás. Dicho de otra manera: es aquel
que “lleva la voz cantante” dentro de un grupo, aquel cuya opinión es la más
valorada. El liderazgo no tiene porque coincidir forzosamente con la jefatura.
Una persona puede ser jefe de un grupo y no ser su líder, y puede ser el líder
sin ser el jefe.
Me explicare un poco mejor; el
jefe tiene poder, bien porque la ley se lo ha otorgado o bien porque impone sus
decisiones mediante el miedo o la fuerza. El líder tiene capacidad de influencia,
que viene determinada por la autoridad moral que ejerce sobre los miembros de
un grupo. O sea, el líder tiene capacidad de conducir, orientar, e incluso
provocar cambios en el poder. A veces, los mejores líderes prefieren no ejercer
el poder, para así influir mejor en los demás.
Si repasamos un poco la
historia nos encontraremos con personas que han sido respetadas por unos y por
otros con capacidad de influencia y arrastre, no hace muchos años nos
encontramos con Mahatma Gandhi y con Martin Luther King que no tuvieron ningún
poder político pero que su influencia era tal que sus oponentes no encontraron
otra solución para limitar su influencia que hacerlos callar no solo políticamente
sino físicamente.
Mucho podría escribir sobre los
lideres y su ausencia hoy en día, pero por hoy ya hay bastante.
Feliz y Dulce Día.
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