“Podemos creer lo que queramos. Somos responsables de aquello en que elegimos
creer.” (J.H. Newman)
Después de dos días de
ausencia, vuelvo, y lo voy a hacer saludando a Encarna, que seguro que desde
Vietnam en los pocos momentos que tendrá conexión con nuestra querida tierra
espero nos mande un pequeño saludo.
Seguro que cuando vuelva nos
podrá dar un poco de información de cómo se entiende allí la democracia, una
democracia que como todas las democracias tiene la virtud de ser de ser
perfectible: y como siempre es perfectible, siempre podemos estar insatisfechos
y nos planteamos ciertas preguntas.
¿Por qué siempre debemos estar
insatisfechos con la sociedad que tenemos? ¿Por qué siempre pensamos que el
pasado fue mejor? De esto, tiene un poco de culpa la misma democracia, que se
convierte en un problema.
Como podrá comprobar Encarna,
la democracia tiene muchas acepciones: siempre hablamos de democracias
pluralistas, democracias mayoritarias… Pero cuando hablamos de democracia, nos
referimos a aspectos que no siempre se alcanzan; buscamos una forma de
gobierno, de escoger a los gobernantes por elección popular para cubrir los
cargos públicos pero entonces nos surge la pregunta de si puede existir una
democracia en la que haya instituciones políticas perfectamente escogidas por
los ciudadanos.
Hay un alto grado de
asociacionismo, de pluralismo, de vida social, pero sin una cultura
democrática, lo que quiero decir es que el hombre no es del todo demócrata y
que las democracias pueden ser una forma de organizar la sociedad, pero también
han de ser humanas, porque la democracia o es humana o no es nada (una
democracia que no fuera humana no tendría ninguna trascendencia, porque no legaría
a aquello esencial de las personas.
Nuestra democracia es una
democracia constitucional, no al estilo de la del Vietnam, sino una democracia
que comporta una manera de gobierno que se ejerce de acuerdo con un contrato
que es la Constitución. Eso tiene consecuencias importantes desde el punto de
vista democrático; por ejemplo, es incompati-ble con la revolución.
La democracia constitucional
comporta un régimen de derechos fundamentales; comporta unos derechos básicos,
como la libertad de expresión y, por tanto, está relacionada con los medios de
comunicación, que tienen una tarea fundamental dentro de la democracia constitucional,
la de crear una opinión pública libre. Por eso, la democracia se fundamenta en
la concepción de que el ser humano es un ser racional, es decir, que piensa,
presunción sobre la cual se ha montado el esquema democrático y que iría muy
bien demostrar.
Feliz y Dulce Día.
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