Día 14 del viaje a Roma. Narbona --- Vias.
Sábado. 12 de abril de 2025
Distancia: 50 km.
Desnivel positivo: 228 m.
Velocidad media: 14 km/h.
La etapa de hoy ya la había realizado el año pasado, pero por distinto recorrido, me está pasando mucho este año pues la aplicación funciona mejor y me da más opciones.
A veces hay que cambiar los recorridos conocidos por los desconocidos para encontrar los nuevos y mejores, esto ha sucedido en esta ocasión, pudiera haber ocurrido al contrario, pero esta vez ha ido bien.
Como en cualquier situación vital, cuando un recorrido nos ha ido bien nos gusta repetirlo y no nos preocupamos mucho en encontrar uno mejor. Pero todos tenemos experiencia de cómo podemos cambiar con gran rapidez. En unos minutos podemos pasar de estar satisfechos a todo lo contrario, esa variabilidad depende mucho de las personas, me parece.
Hay personas que son por naturaleza más conservadoras en sus costumbres y les gusta mantenerlas contra viento y marea. A mi no me molesta buscar cosas nuevas, por saber si existe alguna que sea mejor que la que tengo. Se puede pensar que tener un aprecio exageradamente grande hacia la libertad personal nos podría hacer desconfiar de todo tipo de esclavitud, también la que nos obliga a no querer cambiar nuestras costumbres, pero en esta ocasión se trata de mejorar.
Se está poniendo de moda una fuerte incitación del deseo. Es una tendencia en buena parte impulsada por la presión comercial para incentivar el consumo, y quizá también por la velocidad de las innovaciones tecnológicas y por el propio desarrollo económico.
O sea, que también podemos querer cambiar por el simple hecho de cambiar lo que nos puede llevar a la ansiedad sino no lo hacemos. Al final resulta que el hombre está tan lleno de voces en su interior como: los recuerdos, sentimientos, pasiones, ideales, caprichos, locuras, manías, temores misteriosos y oscuras esperanzas; y que lo que tenemos que hacer consiste en llegar a la conclusión de que algunas de esas voces tienen autoridad, y otras no.
Se decide en entonces y en parte según estemos educados para escuchar unas voces más que otras. A lo largo de la vida nos vamos creando un estilo de sentir, y también un estilo de actuar.
Si continúo pensando en el tema veo que los estilos de sentir y de actuar están íntimamente relacionados. Hay personas incapaces de dominar un deseo, y otras, por el contrario, incapaces de desear nada. Es preciso encontrar un equilibrio, porque ambos extremos generan estados sentimentales y comportamientos muy problemáticos.
Como muchas veces terminamos encontrándonos con la búsqueda de un equilibrio, a seguir pues intentando ser equilibrados.
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